La lluvia abre un goteo de cancelaciones en los hoteles y disculpas peregrinas: «Es que el niño se ha puesto malo»

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Establecimientos de Santiago reciben anulaciones de reservas con argumentos que son recurrentes, pero también ven una oportunidad para vender de nuevo habitaciones y otros servicios

15 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La hostelería de Santiago está viviendo en el inicio de esta Semana Santa una situación singular. «Se está produciendo alguna cancelación por la lluvia, pero también está llegando gente por la puerta sin reserva», comentaba este lunes con cautela el responsable de un hostal del casco histórico. En otro hotel muy cercano a la Catedral, su responsable, Javier Torreiro, cruzaba los dedos: «No hemos tenido ninguna cancelación, pero aún hay tiempo hasta el jueves. Aunque puede que libremos, porque da mejoría desde la tarde del miércoles», indicaba en relación al pronóstico meteorológico.

Los hoteleros compostelanos consideran que los destinos de costa se verán mucho más afectados por cancelaciones que los de interior. «En Santiago hay más alternativas en caso de lluvia. ¿Pero qué haces si vas a un hotel de playa con lluvia?», plantea Torreiro. Otras voces del sector señalan que quienes mantienen Galicia como destino y llegan sin reserva «pueden cambiar la idea inicial de quedarse en la costa y optar por una habitación en Santiago. Aquí, por la noche, hay alternativas de ocio», defienden.

Un elevado porcentaje de las reservas de estos días se hace a través de Booking o de otras plataformas de búsqueda de habitaciones, por lo que los encargados de las recepciones de los hoteles desconocen las razones que alegan esos usuarios para unas anulaciones que se hacen dentro del período en el que no conllevan penalización económica. La mayoría de los establecimientos ofrecen gratuidad hasta 48 horas antes del día de llegada, algunos incluso hasta 24 horas antes. «Si cancelan en la aplicación, dentro del período de cortesía, no nos enteramos».

¿Y si lo hacen fuera de ese plazo? «A veces llaman al hotel directamente para poner excusas e intentar que no les cobremos». Los pretextos entonces son variados y recurrentes. Explicaciones como «el niño se ha puesto enfermo» o «toda la gama hospitalaria. Desde una operación urgente, un ingreso o ‘mi suegra se cayó’» son frecuentes, apunta Javier Torreiro. Por supuesto, «todas las excusas son por algo que se ha producido de repente», apostillan en un hotel del Ensanche, donde también escuchan: «Es que mi suegra se puso mala. Es curioso, siempre es la suegra, no la madre», ironizan. Curiosamente, las cancelaciones casi siempre suelen producirse cuando hay avisos de lluvia, por lo que los hoteleros comprenden que se cancelen cuando solo se dispone de unos pocos días de vacaciones.

Claro que, también hay huéspedes sinceros, que «básicamente alegan el tiempo», constata José Liñares. «Se sabe cuándo no es verdad lo que dicen, pero a veces les devuelves el dinero para poder liberar la habitación y venderla otra vez. Al final es mejor, porque ocupas la habitación y puedes tener ingresos por comida, por ejemplo», comenta María Moas, del hotel Altamira. En ocasiones, se le ofrece al cliente «un vale abierto para cambiar el día de la reserva», explica. También hay razones «totalmente justificadas. En ocasiones, es cierto el ingreso o la operación. Los hay que nos mandan el certificado, incluso sin pedirlo». «Cuando la razón para cancelar es justificada, se devuelve el dinero por cortesía. Si comprobamos que es un problema con el avión, se devuelve por política de empresa», asegura Javier Torreiro.