Así se vio pasar en Ribadeo el satélite Starlink que se desintegró en el Cantábrico: «Impresionante»

J.A. RIBADEO / LA VOZ

RIBADEO

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Una ribadense logró grabarlo desde su piso en el casco urbano

27 ene 2022 . Actualizado a las 20:23 h.

Eran las once de la noche del domingo. Una vecina de Ribadeo ee encontraba en su domicilio en el casco urbano, un quinto piso en la avenida Rafael Fernández Cardoso, cuando se asomó a la ventana y vio unas extrañas luces que avanzaban por el cielo. «Ahora que sé la explicación lo veo normal, pero en el momento fue impresionante, porque aunque era consciente de que tenía que haber una explicación científica, no sabía de qué se trataba», comentaba horas después.

Relata: «A lo lejos vi un montón de puntos de luz, no sé, diez, quince...con una estela. Avanzaban en dirección al mar hasta que sobrepasaron el edificio y dejé de verlos. Pero me dio tiempo de sorprenderme, asustarme, echar mano del teléfono móvil y grabar lo que pude. Fue impresionante. La grabación no refleja lo que se ve el ojo humano. Pensé que podía tratarse de una estrella fugaz, pero eran muchos puntos que no dejaban de iluminar».

Se puso en contacto con un comandante y amigo piloto que le explicó que debía tratarse de restos de un satélite o de un asteroide, e informó a la Guardia Civil. Poco después ya se comenzó a divulgar por los medios de comunicación de qué se trataba: un satélite Starlink que se desintegró frente a Asturias, sobre el Cantábrico, formando una bola de fuego.

Este satélite, con un peso de 260 kilos, fue puesto en órbita por la compañía SpaceX el 24 de enero del 2021 para proporcionar comunicaciones de Internet sobre España.

Hasta finalizar su trayectoria sobre el mar Cantábrico la bola de fuego pudo ser vista desde múltiples puntos del país. Fue grabada por los detectores que la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWEMN) opera en distintos observatorios del país.

Según informó Efe, el análisis del investigador principal del proyecto SMART, José María Madiedo, del IAA-CSIC, en el que incluyeron también los datos proporcionados por algunos de los testigos, permitió determinar que el satélite que originó la bola de fuego entró en la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 27.000 kilómetros por hora a las once de la noche del domingo.

Al rozar con la atmósfera a esta velocidad el satélite se volvió incandescente. La bola de fuego se generó a unos cien kilómetros sobre un punto al norte de Marruecos, casi en la frontera con Argelia. Desde allí avanzó en dirección noroeste y a lo largo de su trayectoria el satélite fue rompiéndose, por lo que pudieron verse varias bolas de fuego avanzando en paralelo conforme cada fragmento se volvía incandescente. Tras cruzar toda la península, cayeron al mar frente a Asturias.

La bola de fuego fue grabada por los detectores que la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa (Red SWEMN) opera en distintos observatorios del país, que trabajan en el marco del Proyecto SMART, coordinados desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), según informa Efe.