Las mareas vivas más intensas dejan a la vista los secretos ocultos de As Catedrais

José Francisco Alonso Quelle
josé alonso RIBADEO / LA VOZ

RIBADEO

Cuevas, grutas y pasadizos que tapa el mar pueden visitarse esta semana

20 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El miércoles se sacaron casi 4.000 entradas para visitar la playa de As Catedrais, en Ribadeo. Ayer fueron casi 3.800. No se agotó el cupo de 4.812 pases diarios establecido por la Xunta hasta el 30 de septiembre (las entradas se pueden conseguir gratis en la web ascatedrais.xunta.gal), pero fue una afluencia especialmente alta en el mes de septiembre, ya fuera de la temporada alta vacacional, que se justifica porque esta semana se dan las mejores condiciones para visitar la playa y descubrir cuevas, grutas y pasadizos que permanecen ocultos el resto del año.

Buena parte del encanto y singularidad de As Catedrais radica en que es un escenario que va mutando con el tiempo, cada día vestido y desnudado por el Cantábrico. El arenal solo se puede visitar en bajamar y esta semana se dan los mayores coeficientes, con unos niveles que se repiten cada 19 años. En Ribadeo estas mareas vivas se conocen como las septembrinas y en circunstancias especiales (también influye la arena que haya introducido o sacado el mar en las últimas semanas) permiten ir mucho más allá de los icónicos arcos de As Catedrais —la meta a la que a la que aspiran en el mejor de los casos la mayoría de visitantes— y continuar el recorrido por el monumento natural y por las playas que lo prolongan —Esteiro, Illas y Os Castros— apenas sin mojarse los pies.

Coincidiendo con las septembrinas, el Concello de Ribadeo organiza una edición especial de la XeoRuta dos Arcos, un paseo dirigido por un geólogo, Fran Canosa, durante el que se descubren tesoros ocultos que permanecen inaccesibles a pie en condiciones normales. Y la de este jueves fue la mejor oportunidad en 19 años para descubrir los secretos ocultos. Fueron 20 los privilegiados que, por orden de inscripción y con plazas ya agotadas desde hace tiempo, tienen la oportunidad de hacer el recorrido. Solo hay uno al día, coincidiendo con la bajamar. «Estas mareas vivas tan grandes permiten facer un paseo continuo por praias que en condicións habituais están separadas», explica Fran Canosa.

En esa transición de arenal a arenal, el visitante se encuentra con cuevas, cavidades y formaciones geológicas que el resto del año están protegidas por el mar. Así, se llega a un arco que presenta la singularidad de una veta de roca subvolcánica, con una característica tonalidad verde, que constituye el único ejemplo en la costa de Ribadeo. «Hai furnas, cavidades, que realmente son incribles», añade el guía de la XeoRuta dos Arcos.

La costa del monumento natural va desvelándose así, según avanza el caminante, provocando sorpresa y admiración por el valor añadido que dan las explicaciones del geólogo. Al fondo aparecen las cetáreas de Rinlo, como un reto imposible todo el año y que estos días se permite pensar en alcanzar. Porque las mareas vivas volverán en marzo, otro mes especialmente interesante para visitar As Catedrais evitando las aglomeraciones del verano, pero en Ribadeo se sabe que para entonces lo habitual será que haya mar de fondo o temporales, generando condiciones menos propicias. Y tampoco serán tan excepcionales como la de estos días. Así que el mejor momento es esta semana: «Xa non é que haxa unhas mareas excepcionais. É que este ano tamén hai moita area, o cal facilita as visitas. Hoxe vemos covas nas que tocas coa cabeza no teito, cando outras veces hai dous metros de altura dende o chan», comenta Fran Canosa.

Así septiembre y sus mareas vivas contribuyen a alimentar la mística que rodea a la playa de As Catedrais, un icono de Galicia.