La senda verde sin eucaliptos en la ría de Ribadeo se prolongará un kilómetro

J.A. RIBADEO / LA VOZ

RIBADEO

O Costal, el bosque atlántico por cuyo frente discurre la senda verde de As Aceas, bordeando la ría de Ribadeo
O Costal, el bosque atlántico por cuyo frente discurre la senda verde de As Aceas, bordeando la ría de Ribadeo JOSÉ ALONSO

El Ministerio para la Transición Ecológica selecciona a Misturas para continuar el sendero y enlazar al fin con la antigua vía del tren minero y sus túneles

12 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La senda verde hasta el molino de As Aceas de Ribadeo —una novedosa actuación consistente en la recuperación de la vieja fábrica de algas de A Vilavella y la realización de un sendero de 2,5 kilómetros de longitud hasta el molino de As Aceas (también restaurado como conjunto etnográfico) eliminando en todo este tramo de fachada los eucaliptos que había, sustituidos por especies autóctonas—, se prolongará en un kilómetro más consolidándose así como uno de los grandes reclamos turísticos de Ribadeo. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha seleccionado a la empresa ourensana Misturas para ejecutar la obra. Ahora queda por resolver el contrato de dirección de obra y firmar ambos para que la actuación se pueda iniciar. En todo caso, no parece probable que se haga antes de que concluya el verano.

La obra fue licitada por 808.717 IVA incluido y Misturas se compromete a hacerla por 653.000. La suya fue la oferta más económica de las cuatro empresas que concurrieron al concurso, con Alvac, Novavial y Vipeca Obras y Servicios.

Quince años después de la primera fase llegará esta segunda para prolongar la senda verde hasta los 3,5 kilómetros, donde enlazará con el trazado de la antigua vía del ferrocarril que ya despojada de balasto y carriles adquiere la condición de vía verde, continuando así el itinerario peatonal y la recuperación del entorno para el disfrute de la ciudadanía.

Desde el molino de As Aceas, la senda iniciará el recorrido con una subida hacia la carretera N-642 por la ladera norte del monte que forma punta Salmón, salvando un desnivel de 25 metros en poco más de 120 metros. En este punto se realizarán pequeñas adaptaciones del camino existente mediante zigzags para rebajar la fuerte pendiente actual, cercana al 20 %. Con la intención de facilitar el uso de la senda por la mayor cantidad de personas posible, se diseña el perfil longitudinal de forma que las pendientes no sean nunca mayores del 10%.

Una vez en las inmediaciones de la carretera nacional 642, el sendero discurre por su margen izquierdo (pegado a la costa) a lo largo de más de medio kilómetro hasta llegar a una pequeña explanada que servirá como área de descanso y aparcamiento de vehículos, para a continuación bajar de nuevo por un camino existente hasta el trazado del antiguo ferrocarril, donde finaliza la actuación.

Tres pasarelas de pino tratado para embocar con los túneles transitables de la vía férrea

En el proyecto por el que se licitó la obra se especifica que la senda contará «en todo su recorrido con parámetros compatibles con la legislación de accesibilidad, siendo su ancho mínimo de 1,80 metros en los tramos salvados mediante pasarelas de madera, dos metros de la zona de subida desde los molinos de marea, a fin de minimizar la afección, y 2,5 metros en el resto».

«Se montarán tres pasarelas de pino tratado, una pequeña de ocho metros en el desembarque de la senda en los terrenos adyacentes a la N-550; una senda en ménsula, anclada al muro que sustenta la N-642 con una longitud de 50 metros, y finalmente, una pasarela de 30 metros de luz que salva las embocaduras de los túneles de la vía férrea», se añade en la documentación. Al respecto, referir que las solicitudes a Demarcación de Carreteras para poder instalar estas pasarelas ya fueron solicitadas y concedidas el año pasado. 

Pradera atlántica

La obra se completará con barandillas de madera de protección en ciertos lugares, con bancos de granito, conjuntos de mesas y bancos, paneles informativos, papeleras y con la erradicación de especies arbóreas invasoras, como el eucalipto, revegetando los taludes y con la plantación de pradera atlántica y robles.