María Loureiro, la nueva reina del norte

Miguel Sande Corral
m. sande VIVEIRO

VIVEIRO

María Loureiro, alcaldesa y candidata del PSOE a las elecciones municipales de Viveiro
María Loureiro, alcaldesa y candidata del PSOE a las elecciones municipales de Viveiro PEPA LOSADA

Sucesora del histórico alcalde Melchor Roel, la candidata del PSOE en Viveiro aspira a ampliar su mayoría y repetir como regidora

24 may 2019 . Actualizado a las 13:06 h.

Sucedió a Melchor Roel tras su fallecimiento a finales del 2013 y desde entonces ejerce como regidora en Viveiro, en este último mandato con mayoría. Es la primera mujer que ocupa la alcaldía, fue diputada provincial y colocó a su mano derecha, Isabel Rodríguez, en la subdelegación del Gobierno en Lugo. «Isabel vale moito e está a demostralo», asegura. La socialista María Loureiro, de 38 años y licenciada en Derecho, madre de dos pequeños, no se comporta como una política profesional. 

No sorprende que se explique entre susurros por teléfono sobre algún tema de especial relevancia para Viveiro por que esté tratando de dormir a la más pequeña. Para ella tiene preferencia ir a buscar a los peques al colegio y llevarlos al parque antes que la visita de cualquier autoridad si se produce a una hora temprana de la tarde.

No extraña, por tanto, que como alcaldesa dé prioridad a resolver los problemas «del día a día» de los vecinos, esos problemas cotidianos que para ella «son os máis importantes», lejos de los proyectos que a veces de tan grandes nunca se concretan. De ahí que «a reorganización do tráfico polo centro de Viveiro e a tramitación dunha residencia para os integrantes de Aspanane» sean, corrobora, dos de sus mayores satisfacciones. Resulta difícil de explicar por qué lo que para otro candidato sería una debilidad acaso, esa sencillez, esa falta de pretensión, para Loureiro es su fortaleza. Y eso que frente a ella tiene ahora a un empresario de éxito, con una trayectoria reconocida y dilatada: el candidato popular, Óscar Rodríguez Blanco.

Esa actitud y esa cara suya amable, extrovertida, la están convirtiendo -como sin quererlo- en «la reina roja del norte».