«No verán hai falta de persoal porque moitas auxiliares de axuda no fogar van traballar á hostelería»

VIVEIRO

Con la proximidad del verano, empresas concesionarias del Servizo de Axuda no Fogar (SAF) situadas en municipios turísticos como Viveiro encaran una época complicada debido a la escasez de personal. «No verán hai falta de persoal porque moitas auxiliares con titulación que o resto do ano traballan con nós van para o campo da hostalería, onde os soldos son máis elevados», afirma Raquel Yáñez, una de las coordinadoras de Idades, empresa que tiene la concesión del servicio en Viveiro y que también se encarga de una parte del de O Vicedo, donde personal propio del Concello se ocupa del resto. En total, Idades cuenta de manera habitual con unas 70 trabajadoras (solo hay un hombre) que ayudan a diario a algo más de 200 personas mayores con déficits de autonomía y personas con discapacidad. «Traballamos con xente dependente e a maior parte das casas non están habilitadas para dispoñer as axudas técnicas que facilitan o traballo das auxiliares. Hai moitas escaleiras, moitas habitacións pequenas...», dice la coordinadora, que lamenta que la «mentalidade» de algunas personas también juegue a la contra.
Lesiones y algún accidente
«Cando se propón algunha medida para axudar a mover o enfermo, por exemplo, aínda hai xente que che di: ‘‘Nesta casa non fai falta nada diso’’», cuenta. Esa circunstancia va en detrimento de la salud laboral de las auxiliares y hace que, por ejemplo, abunden las bajas por lesiones físicas, principalmente musculoesqueléticas, derivadas de la carga y el movimiento de personas o las posiciones incómodas. El aspecto psicológico también afecta porque cuidar a personas enfermas es complejo. A esto se suma el hecho de que las trabajadoras tengan que hacer un uso continuado del coche para desplazarse de una vivienda a otra, y en ocasiones se produzca algún accidente.
Con todo, y aunque la atención a dependientes sigue siendo «un traballo moi duro», según destaca Yáñez, las reformas impulsadas en los últimos años desde el Gobierno han mejorado las condiciones laborales de las auxiliares y de las coordinadoras de los servicios. «O prezo da hora subiu, e agora págase o tempo entre servizos e a quilometraxe, cousa que antes non pasaba. Só se pagaba o tempo que a auxiliar estaba na casa, e o tempo que destinaba a desprazarse dunha casa a outra non se contabilizaba como xornada laboral. E os quilómetros tampouco se pagaban», concluye Yáñez.