
















El actor y director, fundador del Festival de cine de Sundance, recibió dos premios Óscar, entre ellos el premio honorífico de la Academia de Hollywood a toda su carrera
16 sep 2025 . Actualizado a las 17:58 h.Adiós a todo un icono del cine. Robert Redford (Santa Mónica, California, 1936), uno de los galanes de la época dorada de Hollywood y uno de los actores y directores con una trayectoria más extensa y premiada, ha muerto a los 89 años.
Ganador de dos premios Óscar, entre ellos el premio honorífico de la Academia de Hollywood a toda su carrera que recibió en el 2002, la filmografía de Redford incluye títulos como La jauría humana (1966), Dos hombres y un destino (1969), El candidato (1972), El golpe (1973), Nuestros años felices (1973), Los tres días del cóndor (1975) o Todos los hombres del presidente (1976) o Gente corriente (1980), su debut como director con el que ganó el Oscar a la mejor película y mejor dirección.
Su fallecimiento, en las montañas de las afueras de Provo, fue anunciado en un comunicado por Cindi Berger, directora ejecutiva de la empresa de publicidad Rogers & Cowan PMK. «Robert Redford falleció el 16 de septiembre del 2025 en su casa de Sundance, en las montañas de Utah, el lugar que amaba, rodeado de sus seres queridos», dijo Berger. «Lo echaremos mucho de menos. La familia solicita privacidad», añadió. Según recoge The New York Times, la publicista confirmó que Redford había muerto mientras dormía, pero no especificó la causa.
Nacido en Santa Monica, California, el 18 de agosto de 1936, comenzó su carrera como actor de cine y televisión en la década de los 60. El éxito le llegó cuando se acababa de mudar a España, en 1966. Su idea era comenzar una vida bohemia, pero ese proyecto no duró ni un año porque le llamaron para protagonizar junto a Jane Fonda el clásico Descalzos por el parque. A partir de ahí comenzó a encadenar éxitos cinematográficos y sus grandes papeles con Paul Newman, con el que congenió pronto y se convirtieron en una de las parejas más importantes de la historia del cine.
El galán de ojos azules tuvo que ponerse detrás de las cámaras para que la Academia lo reconociera con un primer Óscar por su ópera prima como director, Gente Corriente, en 1980. Más tarde, en el 2002, enmendaron ese error otorgándole un premio honorífico por una trayectoria en la que también hay películas en las que mostró su ideario político.
Redford, que debutó en 1962 como actor en la película El que mató por placer, se despidió de la gran pantalla en el 2019 con The Old Man and The Gun, una cinta en la que interpretaba al atracador Forrest Tucker, que robó 90 bancos y se escapó en 17 ocasiones de la cárcel. «Siempre me han atraído los rebeldes, los hombres al otro lado de la ley. He interpretado muchos en mi carrera y, en este caso, sigo por la misma senda», reconocía en una entrevista concedida durante su estreno en Toronto.
Cuenta Peter Biskind en su ensayo sobre el cine independiente Sexo, mentiras y Hollywood que Redford siempre se vio a sí mismo como un intruso en el glamur de Hollywood. Demasiado liberal para unirse al viejo grupo dirigente, a lo largo de su carrera se dedicó a desplegar el poder que confiere la fama con vistas a articular un cambio social de signo progresista, mostrando particular afinidad por el medio ambiente y los derechos de los nativos norteamericanos. Llegó a intervenir ante un panel celebrado en al ONU sobre el cambio climático en el que se presentó como «un actor de profesión, pero un activista por naturaleza».
El visionario de Sundance
A mediados de los 60, el actor compró tierras semisalvajes a dos mil metros de altura en las montañas Wasatch de Utah. Tras ganar mucho dinero con Dos hombres y un destino, adquirió junto a unos socios una estación de esquí que se reveló un fracaso por la carencia de nieve. Redford creó entonces en 1980 un centro de enseñanza para jóvenes cineastas, el Instituto Sundance, un proyecto que sirvió de semilla para lo que se convirtió en el festival más importante del cine independiente. El nombre de la escuela y del festival tiene su origen en Dos hombres y un destino, película que protagonizó en 1969 con Paul Newman, y en la que su personaje se llamaba The Sundance Kid.
«Todo empezó cuando, estando trabajando sin parar en películas comerciales, me di cuenta que había muchas historias que no se estaban contando, directores que se veían y que, sin embargo, estaban ahí fuera. Pensé que era necesario ampliar la industria y apoyar al realizador independiente», recordaba el actor. Presumía de que ese «laboratorio» unía a artistas consolidados y a promesas, lo que siempre generaba más arte. «Creo que ser maestro es importante, todos empezamos en algún sitio y cuando triunfas, debes ser generoso y compartir con los que vienen detrás», aseguraba en una entrevista en el 2019.