Desde que el auditorio comenzó a funcionar, el 29 de octubre del 2003, la Obra Social de Caixanova se convirtió en pieza esencial para la dotación de contenido a un recinto con 754 butacas. Los sucesivos convenios firmados por el Concello y la entidad incorporaron a la ciudad a un circuito de grandes montajes. La presencia de actores como Pepe Sancho, Maribel Verdú o Charo López se hizo frecuente. Pero emplear el recinto cuesta un dinero, los gastos de caché, como sucede con Agadic, son compartidos, y para colmo de males la conversión de Novacaixagalicia en banco augura importantes recortes en su inversión cultural. Fuentes municipales explican que el alcalde, Tomás Fole, trata de negociar un nuevo acuerdo aunque las perspectivas son pesimistas.