Miles de personas se movilizaron en Vilagarcía impelidas por el desempleo y los recortes
02 may 2013 . Actualizado a las 06:57 h.Los tiempos de vacas gordas habían convertido las manifestaciones del 1 de mayo en actos meramente testimoniales, reforzados apenas por los representantes sindicales. Pero la crisis ha venido a cambiar muchas cosas, y una de ellas ha sido, precisamente, el primero de mayo, que ha recuperado su espíritu reivindicativo y ha vuelto a animar a miles de personas a salir a la calle, y a hacerlo cada año con mayor intensidad. En el caso de Vilagarcía, se vivió ayer el día del trabajo más multitudinario en muchos años. Y eso pese a que hasta tres manifestaciones diferentes recorrieron sus calles a lo largo de la mañana.
En efecto, CC.OO. y UGT, por un lado, la CIG por otro, y la CNT, en tercer lugar, celebraron esta reivindicativa jornada del trabajo por separado. Los más madrugadores fueron los nacionalistas, que salieron de la Casa do Mar a las once de la mañana para finalizar en la plaza de Galicia, donde Xan Bouzas, Tupi, hizo un discurso muy crítico con los recortes y con las políticas económicas de la Xunta, del Gobierno central, y de la troika. Más de medio millar de personas acompañaron a la central intersindical en su recorrido por Vilagarcía.
También la pancarta de la CNT salió ayer a la calle, acompañada de dos decenas de personas, para reivindicar un cambio de política laboral.
Por fin, la manifestación que congregó a un mayor número de personas fue la que encabezaban los dirigentes comarcales de Comisiones Obreras y UGT. Tres mil personas según los convocantes, y 1.800 según los cálculos de la policía, se concentraban en Ravella cuando comenzó la marcha que, tras un recorrido por Juan Carlos I, Rey Daviña, Ramón y Cajal, Arapiles y San Roque, regresó al frente de la Casa Consistorial para iniciar los discursos.
Las tres protestas discurrieron por separado, pero sus proclamas fueron muy similares. Todas clamaron contra el paro, contra los recortes, contra la política de los gobiernos. Y todas apelaron a la movilización de la clase trabajadora para intentar poner freno a la «asfixia económica».
«Pouco se fala das orixes do 1 de maio como día internacional da clase traballadora, pero hoxe é difícil non lembralo, porque estas políticas aplicadas polos títeres do capital estannos facendo retroceder á mesma situación que provocou en 1886 o estalido social que deu orixe ao 1 de maio». Abría el fuego Carmen Brea (UGT), que acabó pidiendo que este 1 de mayo fuese «o inicio dun berro da clase traballadora para cambiar as políticas e para tomar os dereitos que nos corresponden. Este primeiro de maio debe ser un berro pola reclamación e a reconquista dos nosos dereitos», gritó. Lo mismo opinó Juan Bao, de CC.OO., quien dijo que «a xente ten que pedir na rúa, ten que mirar nos colectores de basura para poder comer, ¿iso é unha democracia?», se preguntó.