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La asociación del mercado llevará el asunto a la mesa de comercio local
16 ago 2013 . Actualizado a las 06:51 h.La plaza de abastos de O Grove, como todas las plazas de abastos, lleva años languideciendo. Ni las reformas hechas en el edificio, ni las campañas de dinamización en las que se implican grandes cocineros como Javi Olleros, ni los tótems informáticos que sugieren el menú diario parecen tener la fuerza suficiente para invertir la tendencia de los consumidores de hoy en día: resolver todas sus compras en el supermercado. Y en esto llega el verano, y las cosas parecen cambiar. La plaza, como el resto de O Grove, se llena de gente. «Pero parece que nos queren botar fóra á xente», se lamentaba ayer Blanca Cao, presidenta de la asociación de placeros.
Viene su protesta a cuenta dela intención de Portos de intensificar los controles sobre la parcela del helipuerto, que se convierte en párking cuando los coches rebosan en el resto de O Corgo. La parcela, ubicada tras la lonja y el mercado, siempre había sido utilizada como aparcamiento, y ni la gran H dibujada en el suelo, ni las señales que prohíben estacionar han logrado disuadir a los conductores desesperados de seguir abandonando allí su coche.
«Creo que o sitio que reservaron é moi amplo. A min paréceme ben que vallen unha zona por se hai unha emerxencia, pero aí sobra sitio para facelo e aínda deixando espacio para que aparque a xente», argumentaba ayer Blanca Cao.
El colectivo al que representa espera que el aparcamiento no se vaya a convertir en un problema para una plaza que intenta levantar cabeza en verano. Después de un mes de julio «bastante malo», agosto ha arrancado con fuerza, y las placeras no quieren que las multas de la policía portuaria inviertan esa tendencia.
La preocupación del colectivo al que representa Blanca Cao será llevada a la mesa de comercio local que se reunirá el próximo lunes. Un foro en el que, tarde o temprano, volverá a plantear la necesidad de dotar a la plaza de abastos de un cajero automático que evite que la falta de metálico espante clientes y evite ventas casi cerradas. La concejala delegada del mercado, Marta Domínguez, explicó que ya se han hecho gestiones con entidades bancarias, pero que «los requisitos que exigen para poner un cajero son complicados».