
Las plantillas son insuficientes en A Illa, Valga, Meaño o Pontecesures
12 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.La Ley autonómica de coordinación de policías locales obliga a que las plantillas de agentes municipales, incluso en los ayuntamientos más pequeños, estén formadas al menos por un equipo de tres personas. La mayoría de los concellos de la comarca lo cumplen, pero aún así, los turnos obligan a que por la tarde, y los sábados por la mañana, solo permanezca activo un agente que se tiene que ocupar de la seguridad ciudadana de un municipio entero, con varios kilómetros cuadrados y unos 5.000 vecinos. Luego, el fin de semana, se quedan sin fuerzas de seguridad, a merced de que el cuartel de la Guardia Civil más cercano tenga medios suficientes para que la patrulla se pase por allí de vez en cuando.
Aunque los ayuntamientos más grandes también tienen hoy en día problemas para cuadrar los turnos -en O Grove solo hay un agente los domingos por la tarde, para una población de 11.096 personas- es en los más pequeños donde se notan más las carencias, básicamente porque las arcas municipales carecen de medios para pagar la seguridad, de ahí que muchos de ellos dependan del voluntariado de Protección Civil. Es lo que pasa en A Illa, Pontecesures, Valga o Meaño. No ocurre en Meis, Ribadumia o Catoira porque no tienen cuerpos policiales municipales.
En Pontecesures y en Valga no es exactamente un cuerpo policial. Son vigilantes municipales, con funciones de agente de la autoridad pero sin armas. Con todo, en Pontecesures hay tres agentes, por lo que desde las ocho de la mañana a las nueve y media de la noche, el servicio está cubierto. Eso sí, con un solo agente por la tarde y los sábados por la mañana. La situación todavía es peor en Valga, que tiene un solo agente. José Manuel Otero es vigilante municipal y a la vez responsable de la agrupación local de Protección Civil, por eso dice con sorna que «eu teño un corpo moi grande». Siguiendo con la gracia, se podía decir que José Manuel es un cambiachaquetas, porque lo mismo se viste el uniforme policial que el de la agrupación de voluntarios.
Meaño tiene también tres agentes con turnos similares a los de Pontecesures, aunque en este caso sí son agentes oficiales de la Policía Local. También lo son los de A Illa, que en el catálogo de puestos de trabajo son tres, pero que en la práctica son dos desde hace años. Uno de ellos, que llevaba mucho tiempo de baja, hace poco que falleció. De momento, no se cubrió su plaza.
Recortes del gobierno central
Algunos agentes reconocen que hacer guardias en solitario no es un plato de buen gusto para nadie, y admiten que en ocasiones no pueden llegar a todo ni dar un buen servicio al ciudadano. Cuando no dan abasto y llaman al cuartel, no siempre encuentran un guardia civil al otro lado. «En algunos casos hay promesas de aumentar la plantilla -decía ayer un agente veterano- pero los alcaldes se escudan en que el gobierno central no deja contratar personal».