Patricia Ramírez, la madre de Gabriel Cruz, Pescaíto: «Ana Julia ha dicho en la cárcel que me quiere matar»
ESPAÑA
La madre del niño Gabriel comparece ante los medios para denunciar las posibles irregularidades de la cárcel de Brieva tras conocerse la investigación de los dos funcionarios del penal: «Denuncio porque tengo miedo»
07 may 2025 . Actualizado a las 15:08 h.Patricia Ramírez, la madre del niño Gabriel Cruz, comparece desde esta mañana ante los medios para denunciar el «desamparo y la desprotección institucional y judicial» además de las «posibles irregularidades» que se están investigando en la cárcel de Brieva, donde Ana Julia Quezada cumple condena de prisión permanente revisable por el crimen del menor.
Primeramente recuerda que en mayo trasladó que había tenido conocimiento por fuentes directas e indirectas de «relaciones irregulares» de Quezada así como los «teléfonos y el dinero que se le entregaron en los vis a vis». La madre de Gabriel señala que «con varios móviles habría intentado seguir grabando el documental de mi pequeño, hay dinero de por medio y están esperando a que se calme la situación para seguir con él, faltan dos entrevistas».
«Desgraciadamente a nuestros asesinos se les ha convertido en famosos y fruto de ello estamos teniendo las consecuencias que nos acontecen», arremete sobre la situación que está viviendo. Ramírez «como madre de Gabriel» ha manifestado su intención de «salir hacia adelante para que nadie vulnere nuestros derechos, los defenderé siempre».
El 31 de diciembre se acercó a la Guardia Civil de Almería para interponer una denuncia tras enterarse de que «Ana Julia habría manifestado en la cárcel que me quiere matar, se quiere vengar de mí porque he paralizado el documental de mi hijo». En esta línea, la madre de Gabriel ha expresado su «miedo» ante las intenciones de la reclusa de Brieva, así como su entorno, «no paro de recibir llamadas y amenazas».
«Las amenazas las profiere quién se llevó por delante a mi hijo, me aterra que me pueda mandar a alguien, que me puedan estar llamando y que puedan llegar hasta mí, vía ella o vía terceros, pongo la denuncia porque tengo miedo», indica sobre las amenazas que está recibiendo desde la cárcel de Brieva. «No vivo, no me dejan vivir», ha destacado entre lágrimas frente a las preguntas de los medios, «no duermo bien, estoy intentando hacer mi duelo y no me dejan».
«Una de mis fuentes me ha trasladado que a ella se le ha dado dinero, espero que la Fiscalía me llame, estaré gustosa de darle la lista de fuentes y todos los documentos que tengo, espero que se destape que si hay relaciones íntimas o no, que eso no me afecta, quiero que las consecuencias, que nos afectan a las víctimas, lleguen hasta el final», apostilla. Patricia Ramírez espera que Igualdad cambie la ley, que «entienda que aunque yo no sea víctima de violencia de género, pueden hacerme el mismo daño, que nos blinden, ya que a las víctimas nos han quitado la vida y vivimos mal, que podamos reconstruir, espero un trato justo».
Esta comparecencia sucede después de que se destapara la investigación a dos funcionarios del centro penitenciario por supuestamente haber mantenido relaciones sexuales con Ana Julia Quezada a cambio de que le facilitaran un móvil para comunicarse con el exterior. Los encuentros se habrían grabado para utilizarlos como «chantaje» para conseguir un traslado a la cárcel de Barcelona.
Después de la denuncia que interpuso hace justo un año, la madre de Gabriel considera que «ayer me llegó la información de que se había procesado a dos funcionarios, yo no tengo constancia de que sea esa cifra, sino uno, del resto nadie me ha dado una explicación. Si este procedimiento se inicia gracias a una denuncia mía, no sé por qué nadie me atiende, yo he sido la que ha destapado este proceso y se está cometiendo una vulneración de derechos».

«Me parece denigrante la desprotección hacia las víctimas (...) no nos dejan hacer nuestro duelo y nos recuerdan lo peor que tuvimos que pasar, desgraciadamente, tras convocar esta rueda de prensa, se vuelve a recordar el peor episodio de nuestras vidas», refleja. Ramírez se pregunta ante los medios «a costa de qué se le está dando tanta fama, para qué y por qué, ¿para vender nuestra amargura y sufrimiento? A las víctimas se nos castiga, se nos ningunea y no se nos escucha».
Consciente de la difusión de esta rueda de prensa y pasados ocho años del caso del Pescaíto, espera que «se proteja a las víctimas de forma adecuada, que me protejan y me lo protejan, hablemos del incumplimiento de las normativas en la protección a las víctimas, de las entrevistas sin contar con las víctimas, de presuntos libros (...) creo que tenemos un problema con los móviles, dentro de prisión me consta que son varios e incluso que presumiblemente se alquilan y se los pasan las unas a las otras en prisión».