El marisco sembrado hace unas semanas corre el riesgo de perderse
07 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.La estampa de ayer por la mañana en la playa de A Compostela sería digna de ver por su plasticidad si no fuera porque en ese momento se estaban jugando muchos miles de euros. Toda una cosecha está en peligro por culpa de un revoltoso Álex que ha hecho mucho más daño de lo que parecía en un primer momento. Nada menos que 36 toneladas de algas retiraron las mariscadoras de Carril a golpe de rastrillo para intentar salvar la temporada. Treinta y seis toneladas y subiendo porque, evidentemente, ayer no les dio tiempo a concluir antes de que la marea hiciera de las suyas. El cálculo de la cantidad extraída llega por los contenedores que fueron retirados de A Compostela con el apoyo del Concello.
Y hoy, más
La tarea continuará durante la jornada de hoy, porque la enorme cantidad de algas que estaban depositadas sobre el arenal, y que amenazaban con asfixiar al marisco, era imposible de retirar en una sola jornada de trabajo, a pesar de que fueron muchos los que se pusieron manos a la obra rastrillo en ristre para intentar despejar algo el panorama. Y algo consiguieron, aunque queda aún mucha tarea por delante para despejar el arenal.
«Está toda la semilla en el aire», se lamentaba una mariscadora. Todo el trabajo, y la inversión, realizada hace unas semanas está a punto de irse por la borda porque la naturaleza ha ayudado menos que nunca en un año ya especialmente complicado. «El temporal levantó toda la arena», resumen las mariscadoras, que no ocultan su preocupación ante lo sucedido. Es cierto que los primeros temporales del otoño suelen traer consigo fenómenos similares, pero en esta ocasión ha sido especialmente virulento en un momento, además, muy delicado porque las mariscadoras acababan de sembrar la semilla con la esperanza de que la próxima temporada todo fuera de la mejor manera.
Todo en un momento, además, en el que la campaña navideña, otro de los puntos fuertes de los mariscadores de la ría, está en al aire por las incógnitas de todo lo que lo rodea al covid-19.