
Formación, difusión y sensibilización como elementos clave
19 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Fue en diciembre del año pasado, cuando la asociación Bata presentó un proyecto ambicioso e ilusionante a la vez: el Coador. Se trataba de trazar una especie de ruta, un mapa de la basura que navega por las aguas de la ría. Y hacerlo para que en él participaran personas con transtorno del espectro autista (TEA).
Para sacar adelante el proyecto, primero se realizaron unas sesiones de formación. Tanto teóricas, explicando las consecuencias que la basura marina tiene sobre el medio ambiente, como prácticas. En estas últimas, tanto procediendo a la recogida de los restos como luego realizando la clasificación, el recuento y el pesado. No solo eso, porque el proyecto incluyó también jornadas de sensibilización como el análisis de los datos obtenidos de la recogida en las playas. Se trataba de averiguar qué zonas de la ría hacen de colador y retienen las basura marina.
En total, se realizaron una veinte de jornadas de recogida de basura en distintos lugares de la ría. Las hubo en A Lanzada y en Raeiros (O Grove), en Santo Tomé y Muíño da Seca (Cambados), en la isla de Cortegada, en O Carreirón, Espiñeiro y Gradín (A Illa) y en As Saíñas y en las playas de A Compostela, Portugalete y Bamio de Vilagarcía.
La sensibilización
Tras la separación y la clasificación por el tipo de residuos encontrados llegaba el momento de la sensibilización, de la divulgación y difusión, aprovechando las redes sociales también para ello, de lo que se había logrado. Y los datos jugaron también un aspecto fundamental. Un buen ejemplo es lo que sucedió cuando se realizó el acto de presentación del proyecto. Entonces, se puso como ejemplo la actividad que se había realizado en solo una jornada, y en un espacio de poco más de trescientos metros en la isla de Cortegada, cuando recogieron los usuarios de Bata y clasificaron nada menos que 16 kilogramos de basura. Con algunos datos interesantes. Recogieron, por ejemplo, 974 unidades de palillos de batea, 139 bolsas de envases de bollería y 308 bastoncillos. Es decir, desperdicios que llegaban de trabajos en el mar, del ocio y también que salían de los domicilios.
Los apoyos
Ese pequeño ejemplo ofrece solo una pequeña idea de cómo es el panorama en las aguas que nos rodean. El programa de Bata contó con la colaboración del Grupo de Acción Local do Sector Pesqueiro (Galp) Ría de Arousa, con la Consellería do Mar y con el Fondo Europeo Marítimo y de Pesca de la Unión Europea.