Las vilagarcianas intentarán mejorar las sensaciones del anterior duelo en una cita en la que debutará la cadete Paula Suárez
02 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Se le está haciendo ligeramente largo el final de temporada al Mariscos Antón Cortegada. Lo reconoce su entrenador, Javier Nogueira, que apunta que las sensaciones del último encuentro no fueron buenas, como tampoco han sido espectaculares los entrenamientos, según afirma el técnico. Apunta el preparador que el cansancio se hace notar en el plantel. Y, qué duda cabe, la ausencia de exigencias o esperanzas clasificatorias tampoco ayuda a que las piernas se revitalicen en condiciones.
Cerca ha estado el cuadro vilagarciano de llegar a aparecer en estas dos últimas jornadas con opciones de hacerse un hueco en la zona noble de la tabla. El plan se desbarató en Melilla, en un partido de infausto arbitraje. «Yo era el único que creía y el tiempo me dio la razón», afirma Javier Nogueira, que subraya la minicrisis en la que ha entrado un Unicaja que podría haber estado al alcance de las arousanas.
En cualquier caso, el partido de esta tarde contra el Maristas Coruña en tierras herculinas es de rivalidad y eso, sostiene el entrenador de kas arousanas, siempre incrementa el nivel de actividad y de motivación de las jugadoras. El duelo, además, tiene, el picante de que puede dirimir cuál de los dos conjuntos acabará por encima en la clasificación puesto que solamente una victoria los separa a ambos en la tabla.
Y un apunte interesante más en las vilagarcianas. Ha entrado en la convocatoria la jugadora cadete Paula Suárez, una canterana que juega de base y que está en la dinámica del equipo de la categoría juvenil, por lo que ya ha compartido entrenamientos con el primer equipo.