Granja vence a las encuestas y hace del PP la lista más votada en Vilagarcía

s. gonzález / A. Garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

Martina Miser

El socialista Alberto Varela se deja su mayoría absoluta y tres concejales por el camino, aunque podrá seguir gobernando si pacta con un BNG reforzado

29 may 2023 . Actualizado a las 12:45 h.

Aunque las sensaciones que Ana Granja y su equipo fueron cosechando a lo largo de la campaña, eran positivas, nadie esperaba en Vilagarcía que la recuperación del Partido Popular, que había tocado fondo hace cuatro años, alcanzase el nivel que esta noche consagraron las urnas. Cuando el recuento comenzó a ofrecer sus primeras radiografías, el PSOE de Alberto Varela, que partía con el reto de mantener su mayoría absoluta, se situaba como fuerza más votada en la ciudad. Sin embargo, no conseguía despegarse de sus contrincantes conservadores, que, cuando consiguieron rebasar al puño y la rosa, no perdieron ya la condición de partido más respaldado en la capital arousana. Su ascenso, de cinco a nueve concejales, no les permitirá gobernar, pero sin duda esas 38 papeletas de diferencia con sus principales rivales tienen doble sabor a victoria. Y, sobre todo, obligan al PSdeG a ejercer una profunda reflexión. «Ella, ella, ella, nos vamos a Ravella», era el grito de guerra que se escuchaba anoche en la sede de la calle Castelao.

El empate técnico tiene en las filas socialistas un regusto completamente opuesto, amargo, ante el revés que supone dejarse tres concejales por el camino. Algo que ya le había sucedido a Javier Gago en el 2003, con la diferencia de que, entonces, el PSOE sí mantuvo la condición de fuerza más votada en Vilagarcía. Y este matiz es crucial, puesto que obliga a los de Varela, que felicitó al PP y prometió buenas dosis de autocrítica, a alcanzar un pacto de investidura. De no producirse ese acuerdo, que debe lograr que once representantes municipales voten a un mismo candidato, los conservadores podrían, incluso, alzarse con la alcaldía como primera fuerza. El tiempo de diálogo está abierto.

El BNG, que duplica su representación, es, por razones obvias, el interlocutor llamado a protagonizar esa negociación. Con tres ediles, la formación que lidera Xabier Rodríguez puede hacer bueno el objetivo que su portavoz nacional, Ana Pontón, se marcó al inicio de la carrera electoral: entrar a gobernar allí donde fuese posible. El Bloque, que tras la pérdida de Pontecesures, el breve interludio de Catoira y su decisión de apartarse en Cambados, se vio privado de poder en Arousa este mandato, es ahora decisivo en varias corporaciones de la comarca, comenzando por la principal de todas ellas.

Otro de los vencedores morales del 28M en la capital arousana es Juan Fajardo. El candidato de Esquerda Unida acaba de demostrar que, personalmente, es capaz de reunir los apoyos necesarios para mantenerse en la corporación, cuando las encuestas le auguraban un elevado riesgo de desaparecer, después de veinte años de presencia ininterrumpida en Ravella. Fajardo no solo conserva su condición de concejal. Gana, además, el pulso particular que se había entablado a la izquierda del PSOE entre EU y Podemos. María de la O Fernández se queda a un suspiro de reeditar el éxito que hace cuatro años supuso colocar en el pleno a Marea da Vila, la marca morada.