El «mañaneo» se hace fuerte en Vilagarcía el día de Nochevieja

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

Los locales de ocio de la ciudad potencian la hora del vermú del día 31aprovechando la estela de la toma de las uvas en Ravella

30 dic 2023 . Actualizado a las 14:57 h.

Años ha, cuando las restricciones horarias no entraban en el catálogo de las preocupaciones de hosteleros o clientes, el término mañaneo se asociaba a una noche larga, con un buen desayuno en ese único local que vimos abierto y que siempre tenían los pueblos con mar. Más allá del McAuto, ese concepto de mañaneo ha ido desapareciendo porque los clientes del bar, uno a uno, se van marchando mucho antes y, últimamente, van a apareciendo las sesiones vermú, vermú infinito en algún caso, como solución que buscan los locales de ocio para que las cajas tengan suficiente dinero como para poder abrir el siguiente verano.

Esa dinámica del nuevo mañaneo se impone cada vez con más fuerza en Vilagarcía cada 31 de diciembre. Fue allá por 1998 cuando al entonces edil socialista de Xuventude del Concello de Vilagarcía Óscar Rey se le ocurrió que por qué no celebrar unas campanadas a mediodía para darle un toque de viveza al municipio tras esas horas malditas en que los bares están a punto de cerrar. Aquella idea que parecía un pequeño toque de locura (hay cosas pequeñas que acaban triunfando) se vio acompañada incluso de reparto de condones. Aquellos locos 90. Sería difícil que hoy en día se diera una docena de uvas y un preservativo urbi et orbi sin que alguien pusiera el grito en el cielo.

Aquella locura de Óscar Rey se asentó con tal fuerza que la toma de las uvas al mediodía se ha colocado como uno de los acontecimientos imprescindibles de cualquier vilagarciano. Y de los de fuera, porque la idea ha calado y ya hay varias localidades que han copiado el modelo oriiginal.

El asunto es que subidos a esa nube del mañaneo varios locales vilagarcianos apuestan por organizar distintos eventos para estirar la sesión vermú en la medida de lo posible. Algunas ideas son originales, como la que pondrá en marcha un clásico de la noche vilagarciana como es el Rock Bar Miudo. Allí se organizará a mediodía, y seguro que continuará durante buena parte de la tarde, un concurso de disfraces en el que el ganador se llevará un suculento premio: nada menos que una barra libre en el local para ser disfrutada esa misma noche.

A pocos metros del pub de Óscar, también La Bolsa apuesta por programar algo diferente para sus clientes durante el último mediodía del año. Será el dúo vilagarciano Gramola el que ponga la banda sonora en otro de los grandes clásicos de la noche vilagarciana. El concierto está programado para que arranque a las dos de la tarde. A partir de ahí, ya serán Juanma y Lorena los que manden. Y no son de dejar insatisfechos al personal, así que la juerga está asegurada.

Son solo dos ejemplos de una tendencia que cada año gana más adeptos, la de estirar la juerga del mediodía, a fin de cuentas ya se cenará bien unas horas después, y no dejarla solo para los tradicionales vinos que se tomaban antes de la cena. Se trata de que den las diez y las once; por supuesto, la doce, pero también la una y las dos y las tres, y ya si encuentra la luna a algunos desnudos al anochecer, pues mejor para ellos.

Todo ello, tras el despliegue que ha preparado el Concello de Vilagarcía para las campanadas del mediodía, con un espectáculo de acrobacias aéreas a cargo de la compañía Desastronauts, la animación musical de DJ Pablo Cubela, de la discoteca móvil Dolce Vita, y la actuación en directo del Somoza Trío.