Sin placa, pistola ni sueldo por saltarse el turno en la Comisaría de Vilagarcía para ir a un concierto a Vigo

La Voz VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MONICA IRAGO

El agente, suspendido siete días, había reservado una habitación de hotel con un mes de antelación y telefoneó para fingir una indisposición cuando tenía que entrar al trabajo

07 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El concierto al que asistió tuvo que ser lo suficientemente potente como para compensar a un agente del Cuerpo Nacional de Policía, con destino en Vilagarcía, por los siete días de suspensión de empleo y sueldo que cayeron sobre él a raíz de aquella jornada. El episodio se desarrolló el 8 de septiembre del 2022, y el hombre pernoctó en Vigo la noche de autos, cuando tendría que haber permanecido de servicio en la capital arousana.

Lo ocurrido entonces motivó la apertura de un expediente de información reservada. La Dirección General de la Policía, que instruyó el procedimiento, concluyó en junio del 2023 que el agente había incurrido en una infracción grave, reflejada en el régimen disciplinario del Cuerpo Nacional de Policía. En concreto, «por no prestar servicio, alegando supuesta enfermedad».

De acuerdo con los cuadrantes de trabajo, que se planifican con periodicidad anual, el policía en cuestión tendría que haberse sumado aquella jornada al turno de noche, en el área de seguridad ciudadana de Comisaría, en un horario que arrancaba a las 23 horas y concluía a las siete de la mañana siguiente. Horas antes, a las ocho menos diez de la tarde, telefoneó a las instalaciones policiales de Vilagarcía para alegar que se encontraba indispuesto y no podría incorporarse a su puesto. La investigación demostró que, en realidad, no solo se encontraba en Vigo, sino que además había reservado una habitación de hotel —de hecho, llegó al establecimiento a las seis menos cuarto— el 27 de julio, con más de un mes de antelación con respecto a la fecha en la supuestamente cayó enfermo.

La sanción que se le impuso, una suspensión de siete días, le obligó a entregar su placa y su arma reglamentaria, sin poder percibir el salario correspondiente a dicho período, un castigo que ya ha cumplido. El policía, no obstante, actuó contra la resolución a través de dos vías. En primer lugar, acudió al cuartel de la Guardia Civil en Cambados para denunciar al instructor del expediente, en Madrid. Su demanda, sin embargo, fue archivada. El siguiente paso consistió en la interposición de un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia que corrió la misma suerte: la apelación fue desestimada hace semanas, tal y como recoge la base de datos del Consejo General del Poder Judicial.

El fallo de la sala es contundente. En primer lugar, porque aprecia que «el desorden con el que expone el recurrente sus alegaciones dificulta el análisis». Se trata, asegura el TSXG, «de una serie de argumentos sin orden ni concierto [...] por lo que esta sala se ve en la obligación de ordenarlos por sí y examinarlos con un mínimo de orden y organización que facilite la comprensión de la respuesta jurisdiccional». A continuación, el dictamen tumba todos y cada uno de los argumentos que el agente planteó contra la sanción que le fue impuesta. El tribunal entiende que «tenía intención, ya desde el 27 de julio, de no acudir a prestar el servicio que tenía asignado, con la consiguiente incidencia para la seguridad ciudadana». Por último, subraya que la pena por una infracción grave podría haberse extendido a tres meses, por lo que la ve proporcionada, y carga sobre él unas costas que pueden alcanzar los 1.500 euros.