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Trece semanas sin pulpo gallego fresco para intentar recuperar capturas que caen otra vez más

Somos Mar REDACCIÓN / LA VOZ

PESCA Y MARISQUEO

Con el inicio de la veda, los pescadores han retirado las nasas de pulpo del mar, como puede verse en el puerto de Ribeira
Con el inicio de la veda, los pescadores han retirado las nasas de pulpo del mar, como puede verse en el puerto de Ribeira MARCOS CREO

Las ventas en lonjas bajaron respecto a la anterior campaña y a la media de las últimas diez, pero el precio medio mejoró

01 abr 2025 . Actualizado a las 04:45 h.

Ya hace años que el pulpo gallego no cubre la demanda de la comunidad autónoma, pero gracias al de importación casi nunca falta en la hostelería ni en los supermercados. No es como el autóctono, coinciden los expertos, pero satisface paladares, sobre todo preparado con la maestría que ha encumbrado al pulpo á feira. Menos mal, porque desde el 1 de abril hasta el 1 de julio el Octopus vulgaris del litoral de Galicia desaparece del mercado. Al menos el fresco, que lo hará durante 13 semanas, cuatro más que el año pasado, porque en el plan de gestión que se prolongará hasta la próxima primavera se introducen «medidas adicionais para a recuperación» de un cefalópodo cuyas ventas en las lonjas caen otra vez más.

Nadie, ni profesionales ni recreativos, pueden coger pulpo durante este mes de abril de parada temporal, ni durante el paro biológico de mayo y junio. En total, 91 días, tres meses, en los que, pese a la oposición de naseiros de Ribeira, la Consellería do Mar y las federaciones de cofradías quieren «tratar de axustar a xestión da actividade pesqueira ao ciclo de vida».

Época de desove

A la espera de los resultados del proyecto Octosan, que de aquí al 2027 tratará de averiguar si ha cambiado la época de desove, de momento ya se ha optado por «manter a protección das femias reprodutoras e a sostibilidade do ciclo de posta, así como a protección dos exemplares xuvenís de tamaño inferior á talla mínima», un kilo por pieza. El objetivo es «conseguir un aumento das capturas nos meses posteriores» al cierre, pensando en una «recuperación significativa da especie nas dúas campañas seguintes».

Durante la parada temporal de abril, propietarios y tripulantes de las alrededor de 2.800 embarcaciones gallegas autorizadas a pescar pulpo podrán acceder a subvenciones del Fondo Europeo, Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (Fempa). Claro que deberán cumplir requisitos como haber faenado en los años anteriores durante unos períodos mínimos o no haber sido sancionados por infracciones graves.

Sean cuáles sean los motivos (cambio climático, menos barcos faenando u otros), las estadísticas oficiales de PescadeGalicia acreditan que el octópodo va a menos en Galicia, pero también en Asturias e incluso en la Bretaña francesa, donde también parece haberse esfumado tras reaparecer entre los años 2021 y 2023. No son definitivos los datos de los últimos nueve meses, desde que el pasado 1 de julio reabrió la pesquería hasta este 31 de marzo. Alrededor de 1,01 millones de kilos se han subastado en las lonjas gallegas, un 26 % menos que durante ese período del 2023 y del 2024 y un 39 % menos que la media de los últimos diez años. Y aunque el precio medio por kilo mejoró hasta los 10,76 euros, subiendo, respectivamente, un 14 y un 28 %, no ha compensado el descenso de las ventas, con lo cual los casi 11 millones de euros de facturación quedan un 16 % por debajo del 2024 y un 8 % por debajo del promedio de diez años.

Nasas y, como novedad, la rañeira

A las cinco de madrugada del 1 de julio reabrirá la campaña. Como en la que acaba, con límites de nasas por zonas del litoral y por embarcaciones, este en función de su tonelaje y de los tripulantes. Y topes por barco y día, hasta un máximo de 240 kilos entre el 1 de julio y el 31 de agosto y después hasta 380.

Como novedad respecto a pesquerías anteriores, la consellería que preside Alfonso Villares ha incluido explícitamente la posibilidad de capturar pulpo con línea o cordel, en la variedad conocida como rañeira, un arte que se suma al más extendido de las nasas.

El decreto que regula las artes de pesca en Galicia la identifica como una de las variantes de la línea o cordel, «constituida por uno o varios anzuelos, que actúan ligados a la mano del pescador, o por medio de carretes o viradores de pesca de tracción eléctrica, hidráulica o mecánica».

Cuando acaben las trece semanas con el pulpo vedado en Galicia, será el momento de empezar a pulsar su posible impacto en la meta de conseguir un «mellor aproveitamento do recurso e o máximo benestar social».