Tras un verano apoteósico, llega el momento de hacer balance y prever el futuro turístico
01 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Uno de septiembre: se van los madrileños, baja el precio del pescado, se pueden encontrar plazas libres para aparcar, empieza a fluir el tráfico en las carreteras y los metros cuadrados de arena por bañista se multiplican por cuatro. Se acaba el agosto más multitudinario que se recuerda en Vilagarcía y su entorno y empieza el mejor mes de vacaciones, cuando el tiempo acompaña sin exageraciones y se acaban las colas para coger mesa en las terrazas, encontrar reservas en los restaurantes e ir sin agobios de O Ramal a Carril. Eso de que el verano se acaba con el Combate Naval es una boutade, un lugar común, una frase hecha… Quienes conocen el percal saben que ahora viene lo bueno resumido en un detalle: puedes recorrer el paseo marítimo de punta a punta sin volverte loco saludando y hasta encuentras sitio para tomar café en A Esmorga.
Así que llegó el uno de septiembre y llegó el momento de hacer balance. Los colectivos empresariales están contentos y eso es muy importante. Buscando razones para explicar el lleno, se puede aducir que el programa festivo ha sido estupendo, que las comunicaciones ferroviarias con Madrid son magníficas o que los Mozos de Arousa han hecho una promoción espectacular de la ciudad. Y todo influye, desde luego, pero por mucha fiesta que haya, muchos mozos que promocionen y muchos trenes que circulen, es imposible llenar la ciudad de esta manera si no fuera porque Vilagarcía tiene unas condiciones que la convierten en una ciudad amable.
La gran ventaja de esta ciudad de cara al turismo es que por muchos forasteros que vengan, la vida cotidiana sigue. Vilagarcía no es Sanxenxo ni Baiona, que eclosionan en verano y se aletargan en invierno. En las mañanas de agosto, los turistas pasean y se sientan en terrazas, sí, pero las comparten con los trabajadores del juzgado y del puerto, con los empleados de las gestorías, con los comerciantes y los comerciales. Vilagarcía no se detiene, no sufre un colapso veraniego y eso es algo que no sucede en otras plazas turísticas del entorno. No vamos a repetir otras virtudes como el alto nivel de su hostelería, el trazado urbano tan llano y peatonal y otros encantos que algunos nativos critican, pero que los forasteros agradecen.
Para valorar el nivel de excelencia turística de Vilagarcía y de Galicia, podemos recurrir al informe Monitur 2023 publicado por Exceltur, Alianza por la Excelencia Turística. Este informe anual evalúa en cada región 90 indicadores ordenados en siete pilares. El primero es márketing y promoción; el segundo, transportes y conectividad; el tercero, ordenación del espacio turístico (ocupación, gestión municipal de residuos, depuración, calidad del aire, gestión ambiental); el cuarto, diversificación de productos turísticos (turismo cultural, de naturaleza, de golf, de idiomas, etcétera y calidad hotelera y de restauración); el quinto, atracción de talento y recursos humanos; el sexto prioridad política del turismo en la región y el séptimo, eficiencia del modelo: rentabilidad, gasto medio del turista, satisfacción, empleo en el sector e ingresos turísticos por habitante.
Tras analizar los 90 indicadores ordenados en esos siete apartados, salen unos resultados donde 100 es la media de todas las comunidades autónomas y donde Galicia aparece en 2023 en el puesto 11 entre las comunidades autónomas españolas. En 2018, estaba en el puesto nueve y su índice de excelencia en 2023 era de 95.5. La calificación de la excelencia turística la encabeza Madrid con 114.9 puntos. Vienen después las islas (Canarias y Baleares) seguidas por las autonomías con playas mediterráneas, por este orden: Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Murcia.
En esa clasificación, llama la atención que el País Vasco sea la única comunidad del norte bañada por el mar que ocupa puestos de cabeza: tercer lugar. El resto están situadas tras las regiones mediterráneas: primero Asturias, número 9 en el ránking y a continuación, Cantabria y Galicia. A continuación, las regiones de secano. Resulta curioso que Galicia descienda en la clasificación de la excelencia turística (en 2018 estaba por delante de Cantabria, Asturias y Murcia) mientras que Vilagarcía, según perciben no los informes, sino la intuición ciudadana, mejora.
¿Cuánto gasta diariamente cada turista durante su estancia en Galicia? Según el informe Monitur, en 2023 el gasto medio diario fue de 64.6 euros por turista. Sorprendentemente, a pesar de la mejora de las comunicaciones ferroviarias, los datos de este informe señalan que en lo que peor está Galicia es en la accesibilidad y conectividad por medios de transporte: ocupa el puesto 16, solo por delante de Extremadura. En lo que más destaca (puesto 5 en ambos casos) es en la atención política al turismo y en la ordenación del espacio turístico: protección del territorio, densidad urbanística de los destinos turísticos, ordenación y gestión de las viviendas de uso turístico y compromiso medioambiental.
Según Monitur, en 2023, aún no había llegado a Galicia el problema de las viviendas de uso turístico, que parece haberse disparado en 2024 hasta el punto de acabar prácticamente con el alquiler de temporada en Vilagarcía. Quedémonos, por ahora, con la satisfacción de este agosto multitudinario, pero no nos confiemos porque los problemas de la masificación turística acabarán llegando a Vilagarcía. Este agosto ha dejado huella, sí, pero también ha sido un aviso de lo que viene.