Ravella renueva el convenio anual de 30.000 euros con la protectora de animales de Vilagarcía

La Voz VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Doscientos perros y 150 gatos están ahora en las instalaciones de Pinar do Rei

25 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace treinta años, el grupo de voluntarias de la asociación protectora de animales de Vilagarcía consiguió el apoyo del entonces alcalde Javier Gago para construir un refugio de animales. El sueño se hizo realidad en 1998 porque el camino no fue fácil de recorrer. Se planteó erigir el edificio en Santa Mariña, en Rubiáns o en Cornazo, pero las reticencias de los vecinos lo impidieron. El proceso se fue dilatando hasta que apareció la parcela en Pinar do Rei y una lluviosa tarde de enero de 1998 pudo, por fin inaugurarse la instalación.

Diez jaulas había en aquel edificio primigenio y solo seis perros las ocupaban. Hoy en día, el número de inquilinos se ha multiplicado hasta haber cerca de doscientos canes y alrededor de 150 gatos, con lo que los gastos se han disparado.

Ayer, el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela, acudió a las instalaciones del refugio de animales acompañado por el concejal de Medioambiente, Diego García, para escenificar la renovación anual del convenio entre Ravella y la protectora de animales. Un convenio por el que llegan a la asociación treinta mil euros, que suponen alrededor de la tercera parte de su presupuesto. El alcalde subrayó que con la llegada de los socialistas al gobierno local vilagarciano la asignación prácticamente se ha multiplicado por tres, porque se han pasado de los 12.000 euros de entonces a los 30.000 de la actualidad.

Ángeles Cifuentes, la responsable de la protectora, agradeció el apoyo del gobierno local y subrayó que el abandono y el maltrato animal no están, ni mucho menos, cerca de erradicarse. «Entran máis dos que saen», resumió Cifuentes, que anima a la gente a que adopte, pero de manea responsable. Y para que todos los animales estén en perfectas condiciones a la espera de que alguien les dé un nuevo hogar, la protectora organiza numerosas actividades a lo largo de todo el año, cuenta con la aportación de sus socios y con la donación de quien quiera adoptar un perro o un gato. Es la única manera de que salgan las cuentas. Y con dificultades.