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Vilagarcía ausculta la salud de sus pulmones verdes

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

El Concello encargó un informe para monitorizar los árboles del parque Enrique Valdés y del de A Compostela

08 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Vilagarcía encargó un estudio para evaluar el estado del arbolado en dos de sus parques más representativos: el Parque Botánico Enrique Valdés y el de la playa de A Compostela. La inspección, llevada a cabo por la empresa Arbogal 2007 S.L., tenía como objetivo valorar la conservación de los ejemplares, determinar su nivel de riesgo y definir las acciones necesarias para su mantenimiento y seguridad.

Dada la ubicación de los árboles, sus dimensiones y la alta concurrencia de personas en estos espacios, se consideró fundamental realizar una revisión detallada, según explica el informe. Entre los factores que hacen imprescindible un control periódico del arbolado, se incluyen el estado de desarrollo de los ejemplares, la proximidad a vías de tráfico, defectos biomecánicos y otros condicionantes ambientales.

El documento recoge los datos obtenidos en el estudio, la metodología utilizada y las recomendaciones para la correcta gestión de estos parques. La evaluación ha permitido inventariar los árboles y clasificar su estado, asegurando que se lleven a cabo medidas adecuadas para garantizar su conservación y la seguridad de los visitantes. El Parque Botánico Enrique Valdés cuenta con 133 árboles de más de 20 especies diferentes. Entre las más representadas se encuentran el ciprés de Leyland (33 ejemplares), el pino radiata (18), el roble rojo (11) y el avellano común (6). Otras especies presentes incluyen el alcanforero, el tilo de hoja grande, la camelia japonesa, la acacia negra, el laurel y el cedro del Atlas.

Por su parte, el de la playa de A Compostela alberga 88 ejemplares distribuidos en más de diez especies. Entre ellas destacan los eucaliptos, con 15 ejemplares de Eucalyptus globulus y 14 de otras variedades, seguidos por el arce sicómoro (7), el pino pinaster (5), el pino radiata (5), la falsa acacia (5) y la palmera canaria (4).

Tras la evaluación de 221 árboles en total, el informe recomendaba diversas intervenciones: tala de 11 ejemplares (6 en el Parque Botánico Enrique Valdés y 5 en A Compostela) debido a su estado de deterioro, análisis instrumental de 6 árboles en A Compostela para cuantificar defectos detectados en la inspección visual, poda de seguridad y reducción en 23 ejemplares, 6 de ellos con necesidad de cableado, poda de saneamiento y seguridad en 94 árboles, 12 de ellos con cableado o anclaje dinámico y poda de formación en 93 árboles para corregir el crecimiento y mejorar su estabilidad.

El informe refleja, del mismo modo, que ambos parques comparten ciertas problemáticas comunes derivadas de su adaptación actual como espacios públicos. Originalmente eran fincas privadas y, con su transformación, se realizaron obras de infraestructura que pudieron afectar el sistema radicular de los árboles. Factores como el movimiento de maquinaria pesada, la compactación del suelo y la eliminación de hojas y frutos que antes se descomponían naturalmente han influido en la salud del arbolado. Otro factor a considerar es la plantación de nuevas especies para enriquecer la diversidad botánica del parque, lo que no siempre se ha hecho en condiciones óptimas. En el Parque Botánico Enrique Valdés, por ejemplo, se ha detectado una alta densidad de árboles en ciertas zonas, lo que genera competencia por los recursos y favorece problemas de crecimiento.

El estudio concluye que es fundamental mantener un monitoreo constante y aplicar las medidas necesarias para garantizar tanto la seguridad de los visitantes como la pervivencia del arbolado. El plan de gestión propuesto establecía, además, un cronograma de acciones para la conservación del patrimonio natural de estos parques urbanos