La luz deja colgados de nuevo a los hosteleros de Cambados en pleno puente de mayo

Maruxa Alfonso Laya
m. alfonso REDACCIÓN / LA VOZ

AROUSA

MARTINA MISER

Hasta seis negocios de hostelería y varias viviendas de Fefiñáns pasaron más de doce horas del sábado sin electricidad debido a una avería en el suministro

04 may 2025 . Actualizado a las 12:21 h.

Fueron solo unos segundos. Pero el miniapagón eléctrico que registró la comarca arousana alrededor de las once de la noche del sábado hizo temer a algunos que el episodio del lunes volvía a repetirse. No a los vecinos de la Rúa Real, ubicada en el cambadés barrio de Fefiñáns. Porque estos vivieron ese día casi lo mismo que a principios de semana. El suministro eléctrico dejó de funcionar alrededor de las diez y media de la mañana. Y a las doce de la noche seguían igual, aunque mucho más enfadados. Además, el apagón afectó a media docena de negocios de hostelería que vieron como, en pleno puente de mayo, tenían que decirle a sus clientes que no tenían la cocina ni sus instalaciones a pleno funcionamiento.

«Eu estiven aquí ás nove da mañá e había luz. Despois tiven que saír a servir un cátering e xa me chamaron ás dez de que isto non funcionaba», cuenta Miguel, de O Casal de Miguel. Llamaron a la compañía eléctrica, a la asociación de comerciantes y hasta al gobierno local. Y trataron de trampear el mediodía como pudieron. «Porque se non funciona a campana eu non teño gas», explica. Así que a sus clientes les ofreció «embutido», principalmente. Incluso tuvo que cambiar de sitio un evento que tenía previsto celebrar en el local. Su esperanza era que, concluido el servicio de mediodía, el de la noche volvería a la normalidad. Así que su sorpresa, y su enfado, fue mayúsculo cuando a las ocho de la tarde, a la hora de reabrir, la situación seguía igual.

Media decena de restaurantes

No era el único. Hasta otros cinco negocios de hostelería, todos ubicados en esta céntrica calle, pasaron la jornada a oscuras. «Funcionaban algunhas fases, por iso tiñamos luz, pero non cociña», explica. Unos tenían luz en una parte del negocio, pero no en la otra. Otros podían cocinar porque tenían gas, pero no suministro eléctrico en la sala. Y así estos seis restaurantes y taperías fueron trampeando la jornada. «Nós temos forno de carbón e algo puidemos ir traballando», cuenta Manuel Martínez, que tiene hasta tres taperías en la zona, pero solo una se vio afectada por el apagón. El problema es que Fefiñáns es una de las zonas principales para cenar un sábado por la noche «e a xente viña pedindo igual que a atendéramos porque estábamos todos igual», añade Miguel. A ello hay que sumarle que la localidad cuenta con una elevada afluencia de turistas, debido a la celebración del primero de mayo. Algunos negocios, incluso optaron por cerrar sus puertas antes de lo habitual, visto que nada parecía indicar que el suministro iba a regresar pronto.

MARTINA MISER

El apagón afectó también a varias viviendas, que tuvieron que pasar toda la jornada del sábado a oscuras. «En nuestra casa y en la de al lado se fue la luz como a las diez y media de la mañana. Y el hotel que hay aquí también se quedó sin ascensor», cuenta uno de los afectados. El enfado de estos propietarios fue creciendo a medida que pasaba la jornada y nadie parecía saber qué estaba pasando. «Llamamos a todos lados y nadie nos dice nada ni sabe nada», se lamentaban.

La situación empeoró todavía más tras el miniapagón que sufrió toda la comarca arousana alrededor de las once de la noche. Porque entonces se quedaron a oscuras varias calles del barrio de Fefiñáns. Curiosamente, el alumbrado en la Rúa Real funcionaba, pero no el de la avenida de Madrid, que se ubica a continuación, ni el de Fonte de Fefiñáns.

MARTINA MISER

En la web de la compañía de suministro eléctrico sí figuraba una incidencia, que había sido detectada a las once de la mañana. A las once de la noche seguía «en resolución». A esas misma hora hizo aparición en la calle un vehículo de reparaciones, que se puso a trabajar en uno de los cuadros eléctricos. «Non viñeron en todo o día e aparecen agora», se lamentaban los hosteleros. Los operarios poco duraron en la zona, pues tuvieron que ir a buscar una bomba para achicar el agua que había en la caja. Volvieron casi una hora después y, alrededor de la una de la mañana, el suministro había vuelto. Al parecer, fueron capaces de encontrar una solución provisional a la avería, cuentan los afectados.