Los vecinos de Catoira se hartan tras 25 años de una parcelaria interminable

Serxio González Souto
serxio gonzález CATOIRA / LA VOZ

CATOIRA

Trescientos afectados se manifiestan para exigir avances claros a la Xunta

20 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

25 años constituyen un enorme lapso. Media vida. Marcan, desde luego, el espacio de una generación. Que se lo digan a uno de los portavoces de los afectados por la interminable concentración parcelaria de Catoira. Cuando el proceso comenzó, tenía 33 años. Hoy ha cumplido ya los 58 y sigue sin ver su final. Es más, la conclusión parece todavía muy lejana. Y esto es algo que ha hartado definitivamente a los vecinos del municipio vikingo, que ayer respaldaron de forma masiva una manifestación que tuvo que desarrollarse en el interior del complejo municipal, ante la lluvia que dominó la mañana en la ría de Arousa. Se encuentran ante un problema demasiado importante como para dejarse disuadir por una borrasca invernal.

El propio alcalde, el nacionalista Xan Castaño, advirtió que la movilización no se dirige contra nadie. No se trata, argumentó, de una cuestión de ideología, pero sí de voluntad política para acabar con los continuos cambios de criterio que han demostrado tanto la Consellería de Medio Rural como las diferentes empresas que han trabajado sobre el terreno sin apenas avanzar. «Ou nos facemos valer ou vannos ter empantanados», concluyó Castaño antes de ceder la palabra a los representantes de la junta local que reúne a los afectados.

Alrededor de trescientas personas fatigadas y enfadadas tras un cuarto de siglo de espera escucharon el relato de toda una secuencia de despropósitos. «Cando nos convocan sempre atopamos sorpresas, como que na zona sur cambiasen de empresa sen que se nos informase». Los terrenos de esta vertiente sur del municipio han sido divididos en tres áreas, cuya concentración será confiada a empresas diferentes en tiempos distintos, algo que los vecinos no aciertan a comprender. «Comprometéronse a que nesta zona sur o traballo de campo estaría listo no 2025, pero a este ritmo vai ser imposible que o cumpran», aseguran sus portavoces. En la vertiente norte las cosas están más adelantadas, pero tras haber anunciado la consellería hace un año que se estaban resolviendo los recursos, «as cousas seguen igual».

Entretanto, los afectados comprueban que concentraciones que se han iniciado recientemente en otros concellos prácticamente han llegado al nivel de Catoira por mucho que hayan transcurrido ya esos 25 años. Así las cosas, resulta difícil no empatizar con las reflexiones de la junta local: «Non sei se a Xunta quere que cansemos, pero non vai ser así. O único que queremos é que isto vaia para adiante porque é o futuro de Catoira. Hoxe está todo perdido, as leiras, o monte botado a perder, cando se lles podería quitar un rendemento». En cinco lustros se habría ejecutado ya una tala de eucaliptos, una plantación de pinos estaría a punto y un monte de castaños habría producido no menos de quince cosechas. Conclusión: «A culpa desta situación foi súa, e agora o que deben é aplicar unha discriminación positiva con Catoira; sumar recursos para avanzar».

MONICA IRAGO

A la espera de la consellería. La junta de afectados por la concentración solicitó en noviembre una reunión con la conselleira de Medio Rural, María José Gómez, cuya departamento tutela este tipo de procesos. De momento, aseguran los representantes de los vecinos, su petición, reiterada ya, no ha recibido respuesta alguna. «Mentres, os terreos non teñen valor e son unha carga», lamentan.