El día que la tierra se abrió en Meis

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

MEIS

MARTINA MISER

Un enorme socavón obligó a cortar la Vía do Salnés hace quince años. Las obras iban a durar un fin de semana, pero la zona estuvo cerrada durante meses porque hubo que sustituir todas las tuberías de drenaje del vial

19 oct 2021 . Actualizado a las 08:35 h.

Fue un buen susto, pero un susto bienvenido porque permitió descubrir la chapuza. La tierra se abrió en Meis y un enorme socavón apareció en una Vía do Salnés por la que pasaban diez mil coches al día. El hundimiento tuvo lugar a la seis de la mañana, cuando operarios de la empresa que se encargaba de los trabajos de desdoblamiento del vial para su conversión en autovía se dieron cuenta de que la calzada había cedido a su paso por Meis. El mal estado de las tuberías y la crecida de un riachuelo que pasaba por el lugar desencadenaron el hundimiento.

A la zona acudieron la delegada provincial de Política Territorial, María Isabel Domínguez, y el director xeral de Obras Públicas, Manuel Morto. Fue este quien explicó que las tuberías metálicas cedieron a la presión del agua fuero las que se habían colocado en los años noventa, cuando se empezó a construir el vial, y que luego se comprobó que no eran las más adecuadas. Aprovechando las obras de desdoblamiento, se decidió cambiar todas ellas por otras de hormigón.

Era Xosé Cuíña Crespo (PP) el conselleiro de Político Territorial cuando se inauguró la Vía do Salnés, quien negó que lo sucedido tuviera que ver con un ahorro en los costes y quien salió a la palestra para replicar unas manifestaciones de la entonces conselleira María Xosé Caride (PSOE) en este sentido. Lo hacía el popular en una entrevista realizada por Susana Luaña. «Preguntei e dixéronme que os tubos de aceiro son máis caros que os de formigón. Probablemente puxéronos porque foi máis fácil facerse con eles: eses tubos de ferro seguen a colocarse en todas partes. Vou coller o todoterreo e ver as obras da estrada de Santiago a Ourense. Seguro que hai regatos que están pasando por tubos de aceiro, e en toda Galicia», apuntaba el popular, que afirmaba en aquella entrevista que había ido a la zona para ver el desaguisado y que, en todo caso, él no había mandado a nadie que cambiara las tuberías. «A responsabilidade do político remata cando nomea á dirección da obra, e por iso a responsabilidade é de quen a dirixe. Pódese facer con técnicos externos ou funcionarios. Neste caso fíxose con técnicos da propia Administración. A responsabilidade recae sobre os funcionarios», zanjó.

Las declaraciones de Cuíña Crespo llegaron en diciembre de aquel 2006, cuando la conselleira ya había anunciado que la Vía Rápida iba a tener que estar cortada un mínimo de cinco meses, lo que provocó que todos los alcaldes del PP de la comarca salieron en tromba para calificar de barbaridad ese plazo. Los populares calcularon que si se establecían tres turnos de trabajo que cubrieran las 24 horas, el vial podría estar reparado en apenas cincuenta días. También entró en la polémica el entonces presidente de la Xunta, Pérez Touriño (PSOE), para apuntar que lo que definió como «joya de la corona» del anterior gobierno del PP se «cae a trozos», dijo.

Entre tanto, a quienes les había cambiado la vida era a los vecinos de O Mosteiro, que vieron como desde diciembre, cuando comenzó la sustitución de todas las tuberías, pasaban por delante de las puertas de sus casas hasta diez mil coches al día. Cierto es que, a diferencia de lo que sucedió cuando apareció el socavón, los desvíos estaban bien señalizados, aunque eso no evitaba que algún conductor se despistara. Y sucedieron extraños incidentes, como cuando unos meses más tarde (en marzo del 2007) un conductor tuvo un accidente en uno de los tramos que estaba cerrado por las obras. El conductor viajaba en dirección a Sanxenxo y en un tramo recto, y con buena visibilidad, el Ford Fiesta que conducía se topó con un socavón, y él salió despedido y resultó herido en una pierna. Fue en el tramo que todavía no estaba abierto al tráfico, porque entre Sanxenxo y Ribadumia la reparación del vial había concluido un par de semanas antes. Lo había anunciado María Xosé Caride en una comparecencia en la que no estuvo ningún alcalde del PP. A la misma hora, en Vilagarcía, Alfonso Rueda, daba las explicaciones populares al respecto. «Os alcaldes non están para facerse as fotos», espetó.