
Sorprendidos se quedaron los bañistas de una playa de San Vicente, en O Grove, cuando vieron lo que la marea les había traído a la arena. Una especie muy rara, que parecía más un alga que un animal, fue encontrada por un grupo de veraneantes en un arenal. Según explica el biólogo de la cofradía meca, Jesús Otero, no es este un ejemplar tan extraño para los que conocen a fondo la ría. Se trata de una especie de caracol marino, más conocido como liebre de mar.
En un primer momento, los descubridores de este ejemplar se creyeron que estaban ante un cerdo de mar, una especie muy rara que habita en las profundidades marinas. Se limitaron a hacerle fotos y, posteriormente, lo devolvieron al mar. Pero el biólogo de la cofradía meca confirmó ayer que este no es un cerdo de mar, que sería de color rosado, sino una liebre o babosa de mar.
Explica Otero que esta es una especie muy común que habita en el fondo de la ría, especialmente en aquellas zonas en las que hay algas y rocas. Es cierto que no suele salir a la playa, pero sí que se han avistado algunos ejemplares cuando hay mareas vivas y grandes secas. La que se muestra en la imagen está retraída, pues tiene una especie de antenas y aletas que despliega cuando se encuentra a salvo. Es muy común observarla en el fondo de la ría, donde habitan normalmente y pueden llegar a alcanzar mucho mayor tamaño que la de la foto. «Hai sitios da ría onde hai un montón delas», concluye Otero. Pertenece a la familia de los gasterópodos, donde se engloban las babosas y las caracolas de mar.