La centolla pulveriza su techo: «Quen a queira comer vaina pagar a 50 euros»

Serxio González / Rosa Estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

O GROVE

La reina del marisco ha triplicado su cotización desde el inicio de la campaña y el cambio de tiempo augura una escalada de récord absoluto a dos semanas de la Navidad

10 dic 2023 . Actualizado a las 19:09 h.

Restan exactamente dos semanas para que las mesas se vistan de Nochebuena y Navidad. Lejos del mar hay otros productos en capilla que, como el costillar de cordero, están experimentando una escalada de precios de categoría. Pero su subida difícilmente será comparable a la que protagoniza ya el marisco, con uno de sus representantes estrella, el centollo, en un lugar sobresaliente. Cuando se inició la campaña, el 6 de noviembre, la flota y los consumidores se frotaban las manos. A excepción de la Costa da Morte, batida por un excesivo mal tiempo, las primeras jornadas dejaron excelentes capturas (más de tres toneladas en O Grove) y cotizaciones muy razonables para el bolsillo. Tanto, que quienes adquirieron alguna pieza por aquel entonces pudieron hacerlo por quince o veinte euros. Ayer, en la plaza de Vilagarcía se daba una horquilla cuya cúspide se situaba en los 45 euros por kilogramo para una hembra de buen tamaño. En un mes, en definitiva, su precio se ha triplicado y, habida cuenta de lo que las predicciones meteorológicas auguran para la próxima semana, es probable que en las rías se acabe pagando el sabroso crustáceo a niveles de récord absoluto.

«Como este ano vin poucos, é que directamente está deixando de haber». El comentario corresponde a una vendedora de marisco que pelea en su puesto con un bicho de dos kilos hasta que consigue introducirlo en una bolsa. No es la única especie que escasea. El kilogramo de nécora mediana oscila entre los 40 y los 45 euros. El camarón, «que tampouco non está aparecendo», se paga a ochenta. «Este ano é que non hai nada de nada», confirma otro peixeiro. Pero la conversación vuelve una y otra vez al centollo. «Mira —sentencia gravemente una señora—, o venres, na lonxa do Grove pagábase ata a 41 euros». Otra mujer asiente: «Eu, na de Ribeira, vina pagar a 40,80 euros o quilogramo».

La razón de que la campaña haya trazado este giro es sencilla: las capturas, que comenzaron con potencia, están yendo a menos mientras la demanda se mantiene. Ergo, subida de precios al canto.

Recurrir a quien sabe de lo que habla acostumbra a ser la mejor solución a la hora de buscar las causas profundas de un fenómeno como este. Antonio Otero, Chapeliño, además de haber ejercido como patrón mayor de O Grove, es centoleiro desde hace más de cuarenta años, y hace un llamamiento a la calma. «A situación, en realidade, é normal, non hai que alarmarse porque isto non é o camarón nin a ameixa e tampouco a nécora. Este ano hai agora sensación de poucas capturas porque o ano pasado foi de récord. Hai anos con máis centolo e outros con menos. Este ano a cousa está dentro da normalidade». El quid de la cuestión, afirma Chapeliño, hay que rastrearlo en el tiempo atmosférico, y la cosa pinta dura.

«Os prezos van depender do que pase, porque demanda vai haber. Para o luns e o martes seguen dando borrasca e non se debería pescar mal, pero dende o martes dan norte e mar chan. Se se mete o anticiclón e vén o frío, o que queira comer centolo, ou os ten conxelados, ou vainos pagar a cincuenta euros», vaticina el veterano centoleiro meco. Así que, en realidad, concluye Chapeliño con retranca, «o problema non é do centolo, senón dos que queren comelo».

Este crustáceo, en el que muchos ven al rey del marisco, es, en efecto, un animal complejo. Si algo le gusta es la oscuridad. Como brille la luna y haga frío, lo más probable es que se entierre y se quede quieto. En cambio, las jornadas de tiempo revuelto y temperaturas templadas —como las que dominan este fin de semana, por ejemplo— lo animan a salir y, por lo tanto, lo exponen a ser capturado.

¿Qué dicen las previsiones meteorológicas para la próxima semana? Como bien señala Otero, las predicciones apuntan a que el miércoles el viento sople del norte, lo que traerá frío y alejará los chubascos. A partir del jueves, es probable que se instale sobre la ría un tiempo seco y que el termómetro descienda, en especial durante las primeras horas de la mañana. En resumidas cuentas, las condiciones idóneas para que los precios continúen escalando a medida que la pesca del centollo se vaya dificultando.

Las alternativas

Las alternativas tampoco cotizan a la baja. El buey de la ría puede pagarse a treinta euros, aunque es posible encontrar piezas a catorce euros el kilo, e incluso quince, ya cocido y envasado al vacío. El percebe no baja de los setenta. Las cigalas medianas andan por los 45 o 48 euros. El bruño, ese centollo menudo y prieto, se vendía ayer a 25 euros en la plaza de Vilagarcía. Y el bogavante o lumbrigante, cuya cotización suele darse en función de lo que se esté cobrando por los ejemplares que llegan desde el norte, el archipiélago británico, fundamentalmente, iba por los 55. A este paso, habrá que convenir con aquel juez a quien, observando un par de buenos ejemplares, le salió del alma: «Estas centolas son das que viran un preito».

 A dos semanas de Navidad, en la plaza 

Martina Miser

  • Camarón. 80 euros/kg
  • Percebe. 70 euros/kg
  • Lumbrigante. 55 euros/kg
  • Cigala mediana. 45 euros/kg

MONICA IRAGO

  • Nécora grande. 50 euros/kg
  • Nécora mediana. 38-40 euros/kg
  • Centolo macho. 28-35 euros/kg
  • Centola femia. 30-45 euros/kg
  • Bruño. 25 euros/kg
  • Boi. 15-30 euros/kg
  • Ameixa babosa. 18-16 euros/kg
  • Ameixa xapónica. 15 euros/kg
  • Mexillón. 2,5-3 euros/kg