El artista grovense Jose Dávila inaugura un estudio que cuenta con talleres para niños y adultos
O GROVE

Ofrecerá formación en cerámica desde el número 38 de la calle Alexandre Bóveda
07 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.O Grove cuenta desde esta semana con un nuevo espacio en el que dar rienda suelta a la creatividad. Se trata del nuevo estudio taller del multidisciplinar artista grovense Jose Dávila, que regresa de tierras catalanas tras una extensa trayectoria profesional para compartir su experiencia y conocimientos y por supuesto seguir creando piezas como las que exhibe en el número 38 de la calle Alexandre Bóveda, una extensa colección de obra que conjuga materiales tan diversos como la madera, el metal, y muy en especial la cerámica.
Nació en O Grove en 1.963 y dio sus primeros pasos para formarse en escultura en la Escuela Massana de Barcelona, unos estudios que más tarde perfeccionó también en Irlanda, pero ávido por seguir aprendiendo quiso absorber conocimientos fotográficos, y también cerámicos. Con una amplia experiencia y multitud de muestras por toda España y Europa, puede presumir ahora de un enorme bagaje que se aprecia a simple vista, tras cruzar el umbral de la puerta de su nuevo e ilusionante espacio. Cacharros cerámicos, figuras, cuerpos y decenas de delicadas piezas presiden la entrada al lugar donde comienza esta nueva etapa profesional, que inauguró con un lleno absoluto junto a amigos y curiosos, que ayer seguían apareciendo por el estudio para conocer su trabajo. Pequeñas piezas que combinan gres, hierro, papel, engobes y óxidos que aportan un carácter especial a cada obra conquistaban en la apertura a quien se quiso acercar para dar cuenta de las colecciones que llaman la atención desde la calle.
Allí ofrecerá ahora no sólo su talento, sino también talleres de cerámica pensados tanto para niños como para adultos a precios muy asequibles, una excelente oportunidad para sumergirse en el mundo de la arcilla, y dar rienda suelta a la creatividad de la mano de todo un experto. Para ello dispondrá de una clase a la semana con una hora de duración para los más pequeños y otra, de dos horas semanales para adultos. Las clases incluyen además todos los materiales y el cocido de las piezas. No es la única inquietud que este meco tiene en la cabeza, pues con la planificación cerámica ya en las manos, tiene pensado ampliar la propuesta con otro tipo de talleres o jornadas para aprender técnicas como el linóleo o la pasta de papel. El estudio estará abierto por las tardes de martes a viernes para recibir tanto a los futuros alumnos como para la venta de las piezas expuestas, o simplemente para redescubrir a este vecino, puede que desconocido para muchos, tras toda una vida en Cataluña.