El colegio de Pontecesures y el instituto de As Bizocas permanecen sin clase a raíz del paso del temporal

s. gonzález / l. castrro / a. garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

PONTECESURES

Martina Miser

Educación trabaja en la reparación de sus cubiertas, que el exhuracán Kirk, que también afectó a centros como el de Tremoedo o el Castro Alobre de Vilagarcía, se llevó por delante

10 oct 2024 . Actualizado a las 14:09 h.

El temporal Kirk llegó ayer a Galicia con la vitola de un exhuracán. Y, desde luego, se comportó a la altura de lo que prometían las previsiones meteorológicas. El viento y la lluvia barrieron la comarca de O Salnés y el mar de Arousa, dejando tras de sí un reguero formado por centenares de incidencias. Las más graves se cebaron en los centros escolares de dos municipios situados en los extremos de la comarca: el instituto de As Bizocas, en O Grove, y el colegio de Pontecesures, cuyos tejados sufrieron daños de extraordinario alcance.

Las clases, de hecho, tuvieron que ser suspendidas, tanto en ambos centros como en el colegio San Bartolomé de Tremoedo, en Vilanova, ante el riesgo que el temporal entrañaba para alumnos y profesores. En Pontecesures, la caída de un árbol inhabilitó el acceso a las instalaciones educativas. Pero lo peor sucedió en la propia escuela, buena parte de cuyo tejado voló por los aires.

La alcaldesa cesureña, la nacionalista Maite Tocino, fue alertada de lo que estaba sucediendo a las siete y cuarto de la mañana. Ya entonces la brigada municipal de Obras se había puesto manos a la obra. Tras una primera inspección del edificio, la regidora no se anduvo por las ramas: «Os danos son cuantiosos e obviamente a continuidade das clases vese comprometida, non xa hoxe [por ayer], obviamente, senón tamén en xornadas sucesivas, polo que estamos á espera da solución que adopte a Consellería de Educación».

Horas después, el departamento autonómico informó de que sus servicios técnicos estaban trabajando ya «de cheo nas tarefas de limpeza e o arranxo dos danos para poder retomar a actividade normal no menor tempo posible». En casos como este, explica la consellería, existe un protocolo de supervisión por parte de su unidad técnica «para que as empresas poidan acceder a arranxar os desperfectos nos centros e que actúen, así, coa máxima dilixencia posible».

La labor se antoja compleja. En el interior de las aulas y los pasillos del nivel de Ensino Secundario Obrigatorio (ESO), el área más afectada por la desaparición de la techumbre, llovía ayer sin contemplaciones mientras en el exterior del colegio se acumulaban planchas metálicas de hasta diez metros de longitud. Un material frecuente en los últimos tiempos en la construcción pública, que también fue empleado en el tejado de As Bizocas.

Martina Miser

El instituto de O Grove sufre unos desperfectos parecidos a los del centro cesureño. Varias de sus placas fueron arrancadas por los fuertes vientos que acompañaron a Kirk, impidiendo que los alumnos acudiesen a clase. Por lo pronto, la suspensión de su actividad se mantendrá durante la jornada del jueves. Tampoco en Pontecesures habrá hoy clases, y será la unidad técnica de la consellería la que determine cuándo podrán reanudarse. Los problemas de desprendimientos se extendieron al instituto Castro Alobre de Vilagarcía.

Vientos de cien kilómetros por hora barrieron O Salnés

El temporal deja un reguero de árboles caídos, daños en fachadas y sumideros anegados

serxio gonzález

La madrugada y las primeras horas de la mañana de ayer serán recordadas en O Salnés por la virulencia con la que el exhuracán Kirk se desató sobre la comarca. Estaciones meteorológicas como las de Corón y A Lanzada registraron vientos con ráfagas superiores a los cien kilómetros por hora en lo peor de un temporal que también superó los sesenta litros por metro cuadrado de lluvia entre el atardecer del martes y el mediodía, cuando su fuerza empezó a remitir.

El viento y la lluvia dejaron tras de sí un verdadero reguero de incidentes en todos y cada uno de los once municipios que configuran el territorio de Arousa, con el instituto de As Bizocas (O Grove) y el colegio de Pontecesures como los puntos en los que su potencia se cebó en mayor medida.

La caída de árboles fue una constante a lo largo de toda la noche. La Vía do Salnés, en el tramo que comunica Cambados y Ribadumia, el instituto de Carril, el parque de Celso Emilio Ferreiro, el pump track o el espacio que media entre los colegios de Arealonga y A Lomba, en Vilagarcía, fueron algunos de los enclaves en los que varios ejemplares se vinieron abajo, al igual que en Catoira o en Pontecesures, afectando en algunas ocasiones a los tendidos eléctricos.

Solo en la capital arousana, el servicio de Emerxencias atendió un centenar de llamadas e intervino en 72 incidencias, mientras la Policía Local atendía 27 avisos en apenas seis horas. La labor de sus homólogos, unida a la de los bomberos y a la de las diferentes brigadas municipales, permitió a los habitantes de la comarca ir capeando el temporal, una expresión que ayer se llenó verdaderamente de significado.

En Cambados, Emerxencias superó la veintena de actuaciones de todo tipo. Desde el atasco de arquetas hasta los desplomes de árboles, pasando por la caída de un muro en Oubiña.

Un drakkar dañado

A las brigadas de Catoira tampoco les faltó trabajo. Inundaciones de pistas y carreteras, canalizaciones desbordadas, filtraciones de agua en instalaciones municipales e incluso el escoramiento de uno de los drakkar que cada mes de agosto intervienen en el desembarco vikingo y probablemente necesite ser reparado. El alcalde, Xan Castaño, hizo un especial hincapié en la necesidad de que los propietarios de fincas con árboles secos o deteriorados los poden o talen.

En O Grove, al margen de lo ocurrido en As Bizocas y de una secuencia de incidentes similares a los del resto de la comarca, las deterioradas farolas de la carretera de San Vicente fueron abatidas en buen número por el viento. Eso sí, tal y como explicó el alcalde, José Cacabelos, el Marisco pudo continuar sin problemas gracias al trabajo de previsión desarrollado el martes.