Últimos acordes para la nostalgia

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

La diversión infantil se concentró estos días en la calle Rey Daviña.
La diversión infantil se concentró estos días en la calle Rey Daviña.

El postre lo puso Mocedades, pero hoy todavía queda la sobremesa de la orquesta París de Noya

24 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El buen maridaje de las temperaturas agradables y la oferta festiva de Santa Rita sacó a los arousanos a la calle. No solo a los vilagarcianos, porque los festejos en honor a la de Casia son compartidos por todos los vecinos de la comarca y por los fieles llegados desde otros puntos de Galicia que, de paso que acuden a Vista Alegre para pedir la intersección de la santa, se quedan a pasear por la ciudad y a disfrutar de su gastronomía y de ese ambiente de romería que todos los años inaugura el verano si el tiempo lo permite, ya que otras ediciones de Santa Rita se clausuraron pasadas por agua.

Superado el día grande de las fiestas, todavía quedó un fin de semana completo para el asueto, y los arousanos lo aprovecharon. Los pasacalles del grupo de gaitas Mar de Arousa de Bamio y los de Mocedades da Torre pusieron el ambiente festivo y los más pequeños disfrutaron un día más de las atracciones puestas a su disposición en la calle Rey Daviña.

Por supuesto, hubo deporte, porque no puede haber fiestas de Santa Rita sin competiciones. Y ayer, la oferta fue amplia. Por una parte, la primera edición del torneo de fútbol sala, que todavía seguirá hoy en el pabellón deportivo de Fontecarmoa. Por otra, el torneo de ajedrez de semirrápidas que llega ya a su decimotercera edición. Y para finalizar, una carrera de supercross en Zamar con seis categorías y en la que estaba previsto que participasen los mejores pilotos gallegos.

El mercado medieval y los monicreques en la plaza de O Castro dejaron paso al caer la tarde a los acordos nostálgicos de Mocedades en el auditorio de Vilagarcía, una de las citas más esperadas por quienes llevan décadas siendo muy fans del grupo formado en 1868 y que fue capaz de mantenerse en el tiempo y en el candelero pese a los sucesivos relevos de sus componentes.

Y hoy se acabará todo lo que se daba. Aún así, el fin de fiestas promete. Compartiendo protagonismo con la jornada electoral, con el fin de liga y con el festival de Eurovisión, los arousanos todavía podrán disfrutar de una jornada más de fiesta en la que se celebrará la segunda jornada del torneo de fútbol sala, habrá una nueva sesión de monicreques, seguirán las actividades para los pequeños en Rey Daviña, abrirán una vez más los puestos del mercado medieval y sonarán por las calles las gaitas del grupo Treboada de Guillán. Y ya por fin, otros grandes de las verbenas, la orquesta París de Noya. Y hasta el año que viene.