Tú al Manuel Jiménez y yo a Fexdega

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

Helena y Ricardo llevan al otro lado de la valla desde que comenzaron los torneos; su Semana Santa es distinta

01 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La historia común de Ricardo y Helena surgió tras una reunión del jurado de la Festa do Deporte de Vilagarcía de hace once o doce años. Su relación con el deporte, que es lo que en verdad nos interesa, viene de mucho más atrás, pero tiene también un nexo común. Ambos, cada uno en su terreno, participaron en la génesis de los dos torneos que desde 1996 dan un indiscutible acento deportivo a la Semana Santa vilagarciana.

Ricardo Núñez comenzó en todo esto de la mano de Celso Couso. Formó parte de la comisión que preparó los actos del 50 aniversario del Arousa. Entre ellos, uno de las actividades que se preparó fue la celebración de un torneo de categoría alevín. Se disputó en el desaparecido campo Mundial 82. Poco a poco fue creciendo, «e cando veu por primeira vez o Real Madrid xa foi a leche», recuerda Ricardo. Él no ha participado del Arousa Fútbol 7 en todas sus ediciones, porque las circunstancias del torneo también darían para un libro. Lo que ahora interesa es que en estos momentos forma parte de la organización y que allí se encuentra, en el Manuel Jiménez, al pie del cañón.

Helena Mariño también participa de la Vilagarcía Basket Cup desde su creación. Al principio colaborando con en el comedor del colegio de A Lomba, a donde iban los equipos cuando el torneo tenía su sede en el pabellón de la calle Castelalo, y ahora ya como una de sus máximas responsables y al frente de la dirección técnica del Giraldo Vilagarcía. Los Jueves Santos de Ricardo y Helena no son como las de la mayoría de los arousanos. «Son 23 anos ca Semana Santa así», resume Helena. Pero, claro, en esas Semanas Santa se han cruzado desde hace unos años también Lúa y Lois. Y ambos tienen en Fexdega su segunda casa durante estos días. Por dos cosas básicamente. Para empezar porque el hecho de que los partidos de la Basket Cup se disputen bajo techo ayudan a que ella tenga más margen de acción y de la libertad que ya empieza a demandar una niña de ocho años, y, además, Helena sigue dando el pecho a Lois. Que conste, de todas formas, que Lúa ya ha echado más de una mano a su padre en el Arousa Fútbol 7.

El apoyo de los compañeros

Helena reconoce que el apoyo de sus compañeros de la Vilagarcía Basket Cup es fundamental para poder compatibilizar su ejercicio de madre con la colaboración en el torneo vilagarciano. Ella, que jugó durante muchos años en el Cortegada, apunta que ahora entiende mucho mejor la imprescindible colaboración de todos esas personas que forman parte del día a día de los clubes. En su caso, por ejemplo, resalta lo que sucede tanto con los padres de los baloncestistas como con los propios jugadores.

¿Y al llegar a casa tras tantas horas de pabellones y campos quedan ganas de comentar la jornada? Helena reconoce que llega muy cansada y que los dos pequeños acaban con las energías que quedan.

Es curioso porque Ricardo no es demasiado aficionado al baloncesto. «A mí me sonaban las jugadoras del Cortegada de verlas alguna vez de noche», recuerda. El asunto es que Lúa ya está dando sus primeros botes con la camiseta rosa del Giraldo Vilagarcía y que en unos años es probable que Lois también acabe dándole sus patadas al balón sobre el césped. Se prolongaría así el tú al Manuel Jiménez y yo a Fexdega que desde hace tantos años rige su Semana Santa, pero por partida doble. La culpa la tiene aquella llamada de Ricardo un par de días después de la reunión del jurado de la Festa do Deporte, cuando ella estaba esperando algún vuelo en Barajas entre partido y partido del Cortegada.