Una ladrona trae de cabeza a los comerciantes de Vilagarcía

Ni es discreta ni parece que tenga la mínima preocupación por serlo. Es fácil de distinguir porque suele hablar a voz en grito mientras camina por la calle y no acostumbra a llevar mucha ropa encima. Ni es muy alta, ni parece que muy fuerte, pero trae de cabeza a la mayoría de los comerciantes de Vilagarcía. Raro es aquel que no ha tenido algún incidente con ella.

El último suceso tuvo lugar a las cuatro de la madrugada del domingo. La tienda de Yves Rocher ya había sufrido un intento de robo a principios de la pasada semana, cuando rompieron uno de sus escaparates con un arqueta. En la noche del sábado al domingo se vivió un segundo capítulo. Los protagonistas: la mujer que acumula denuncia tras denuncia por hurtos, y dos compañeros de faena, según le explicaron a la propietaria del negocio algunos vecinos. Vecinos que salieron a sus ventanas ante el ruido que venía de la calle. Allí estaban los tres protagonistas intentando horadar el cristal del escaparate para conseguir sacar alguno de los productos. Ni los gritos de quienes estaban en sus domicilios los amilanaron. Solo la amenaza de la llegada de la policía les hizo desistir, pero el daño ya estaba hecho.

Es la tercera vez que la propietaria del establecimiento tiene que poner una denuncia por robo y, siempre, con la misma protagonista. Asegura además la comerciante que no es ella la única víctima y que la lista de perjudicados es amplia. «Me dijeron que habían roto hasta cuatro escaparates», asegura la responsable de Yves Rocher, que afirma que varias de sus compañeras comerciantes tienen miedo cuando ven a la mujer merodear por sus establecimientos porque en alguna ocasión ha llegado a agredir a quien la reprendía. «Nos dicen que no se puede hacer nada, porque son hurtos y sale libre tras estar ante el juez, pero habrá que encontrar una solución, porque así no podemos seguir», razona.

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