La crisis laboral de los bomberos deja desguarnecido el Puerto de Vilagarcía

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Martina Miser

La institución necesita por ley un servicio de extinción de incendios que apenas funciona

09 oct 2023 . Actualizado a las 07:07 h.

Sometidos a una rotación constante, los bomberos de los parques comarcales que funcionan en Galicia —Vilagarcía, Ribadumia, Cangas y O Porriño son los cuatro que lo hacen en la provincia de Pontevedra— mantienen su pulso con la Xunta y las cuatro diputaciones por la consecución de un estatus laboral en condiciones y un refuerzo de personal que consideran imprescindible para la buena prestación de un servicio fundamental. La huelga que han emprendido consiste, en realidad, en una negativa en redondo a hacer horas extraordinarias, la herramienta de la que los consorcios de los que dependen habían tirado hasta ahora para conservar, cogidos con pinzas, unos turnos de trabajo que, en teoría, deben cubrir las 24 horas de cada día. Como resultado de esta situación, los operarios que están en activo deben desplazarse de una sede a otra para ir tapando huecos, mientras la mayoría de ellas permanecen cerradas. Ayer, sin ir más lejos, ni Vilagarcía ni Ribadumia estaban operativas. Surge, ahora, una derivada en la que nadie parece haber reparado: instituciones como la Autoridad Portuaria de Vilagarcía se están dejando desguarnecidas y expuestas al riesgo.

Merece la pena recordar que la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante obliga a los puertos de interés general a prestar un servicio de prevención y control de emergencias, en materia de protección civil, prevención y extinción de incendios, salvamento y lucha contra la contaminación. Es este un cometido que las autoridades portuarias pueden gestionar directamente o encomendar a terceros. Hace años, la institución arousana mantenía dos convenios, con el consorcio de los bomberos y con Protección Civil de Vilagarcía. Las fuentes consultadas al respecto indican que ambos protocolos deben ser renovados. Lo importante, en cualquier caso, es que si en el recinto portuario se declarase un incendio en una jornada como la de ayer, no habría ningún bombero en toda la comarca de O Salnés que pudiese acudir a sofocarlo, y únicamente el servicio municipal de Emerxencias estaría en condiciones de enfrentar lo que ocurriese con un tiempo de reacción razonable.

Desafiar al azar se antoja una temeridad cuando, la semana pasada, sin ir más lejos, los bomberos de O Morrazo tuvieron que desplazarse a Meaño para apagar el fuego que se había declarado en una antigua carpintería de Sisán porque las dos sedes de O Salnés permanecían inactivas.

El ejemplo de la Autoridad Portuaria de Vilagarcía, que mueve mercancías delicadas, es probablemente el más llamativo, pero no el único en el que incide esta exposición al peligro. Plantas como la de Foresa, en Caldas de Reis, incorporan en sus planes de seguridad la presencia de la sede de los bomberos de Vilagarcía como un activo al que recurrir ante una emergencia más o menos grave. Tal como están las cosas, su llamada caería en el vacío.