El último baile del Neptuno

Antonio Garrido Viñas
Antonio Garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MONICA IRAGO

El mítico pub de Vilagarcía cerrará este sábado sus puertas tras 25 años en la brecha

09 feb 2024 . Actualizado a las 18:22 h.

«Siempre nos quedará el Neptuno». Esa mítica frase, que tantas veces sonó entre los noctámbulos vilagarcianos, perderá todo su sentido a partir de este sábado, cuando ya no nos quedará. El Neptuno, el templo del tecnohouse de Galicia, vivirá este fin de semana su último baile. Su propietario, Pablo Quiroga, ha dicho basta en una decisión en la que en la balanza han pesado muchos factores. Por un lado los nuevos gustos musicales en los que la tralla que salía de la cabina del garito ya no parece tener predicamento entre las nuevas juventudes vilagarcianas, que prefieren otros ritmos, otros bailes. Al menos, en Vilagarcía porque asegura Pablo que en su local de Cambados, el EnB, la zona dedicada al tecnohouse va como un tiro. Pero en Vilagarcía, ya no. «Esa música va a menos. La gente quiere reguetón. El tecnohouse ya solo en festivales o en alguna discoteca. Todos los que intentaron abrir cerraron al año o poco más», apunta. Y a eso se suma, según afirma Pablo, las nuevas condiciones que rigen en la noche vilagarciana. «Tengo un pub, que abro a las doce de la noche,  me obligan a recoger la terraza a la una y media de la madrugada y me cobran quinientos euros por tenerla», afirma Pablo. 

Las quejas de Pablo se extienden también a algo de lo que él fue un propulsor y que ahora tiene una profusa red de seguidores: la colocación de altavoces en la calle durante la noche, y la mañana, previa a la Festa da Auga. «Ahora los tiene todos, con reguetón y demás. Y muchos, que tienen permiso solo hasta las cuatro de la mañana, se quedan hasta al mediodía. Son ochocientas o mil personas menos que tenemos esa noche, que nos ayudaba a salvar el verano», afirma. En realidad, el Neptuno siempre destacó por propuestas innovadoras. Fue el primero, o de los primeros, que combinó el tapeó con la música. Primero unos pinchitos en la terraza y luego unos bailes, en una fórmula que funcionó muy bien durante algunos años. Pablo cogió el local, que abrió sus puertas en 1999,  en el año 2005. «Los ocho o diez primeros años funcionó muy bien», recuerda Pablo, que asegura que ha intentado mantener el local abierto hasta el último momento, pero que por todo ese cúmulo de circunstancias le ha si imposible.

Eso sí, como despedida habrá un fiestón por todo lo alto en el que no faltarán grandes clásicos del local. Por allí pasarán Richi Risco, Dani Longo o Smerz y también, por supuesto, un icono del tecnhouse en Galicia como es Jesús del Campo. Y como invitado de última hora, David Mallada, «un chico de Asturias, que me llamó porque quería estar", apunta Pablo. Todo, desde las nueve y media de la noche en un último baile que promete ser histórico.