Hemeroteca (1914) | La Royal Navy, de maniobras por Arousa

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

LA VOZ

La presencia de la flota británica en la ría fue habitual a principios del siglo pasado, pero se incrementaba cuando sonaban los tambores de la guerra mundial, con acorazados y destructores surcando sus aguas

21 ene 2025 . Actualizado a las 04:55 h.

No es por casualidad que a los vilagarcianos se les denomine «ingleses» desde otras localidades de la comarca. Todo llega por la, en su momento habitual, arribada de embarcaciones de la pérfida Albión, y no solo de esa nacionalidad, en la Arousa bay. Los historiadores ya datan en un documento de 1815, cuando se pidió la habilitación del puerto de Carril, la presencia de «ingleses, franceses, anseáticos, aragoneses, genoveses y levantinos» en la villa, tal y como recoge María del Carmen Vázquez Vaamonde en un estudio de la Universidad de Santiago.

La presencia de la Royal Navy era uno de esos acontecimientos que trastocaban la vida diaria de los vilagarcianos en una ciudad mucho más pequeña que ahora, evidentemente, y con un diseño también muy distinto, y se podía entender también como un termostato de cuál era la situación mundial. Sucedió en el mes de enero de 1914, apenas seis meses antes de que comenzar la Primera Guerra Mundial. Aquella vez, la flota que arribó a la bahía vilagarciana estaba formada por 35 buques, según los datos recopilados por Víctor Viana recogidos de la prensa de la época, entre los que aparecían una escuadra de submarinos, otra de destructores, cruceros de combate y también acorazados. Alrededor de quince mil hombres, es decir prácticamente el doble que vilagarcianos residían en la localidad en esos momentos, y algo que suponía un espectacular incremento en el número de ventas para los establecimientos locales, sobre todo en lo que a bebidas alcohólicas se refiere al parecer.

Años antes de esa extraordinaria incursión, que se repetiría en más ocasiones según recoge un vídeo titulado Scenes at Arousa Bay. Men of the Royal Navy's Atlantic Fleet visit Vilagarcia, 1919 y que se conserva en los Imperial War Museums del Reino Unido, las autoridades británicas ya habían llegado a la conclusión de que habría que habilitar un cementerio en el que los marineros británicos, en su inmensa mayoría de credo protestante, pudiesen ser enterrados en caso de caer durante las escalas que cada año, durante seis décadas, la Royal Navy realizó en la ría de Arousa. «En esas imágenes, se intuye cómo revolucionaban la vida local. Salen mujeres contentas, bromeando, cogiendo el palo de una escoba como si fuera una guitarra; dos guardias municipales de estética Scotland Yard, cómo iban a vestir si no, cuidan del orden en la plaza de Galicia mientras, al fondo, los marinos ingleses se paran ante los puestos de venta y los escaparates de aquella Vilagarcía a cuyas tiendas llegaban las últimas novedades de París antes que a Madrid o Barcelona. Salen en el vídeo niños asombrados que contemplan el trajín de uniformados, el tumulto marinero, la algarabía. Y vendedoras que atienden sus puestos de dulces, quesos y bebidas mientras algún marino, al fondo, analiza la situación y decide sus compras», describe José Ramón Alonso de la Torre en un «Callejón del viento». Y así fue lo del camposanto: el British Naval Cemetery de Rubiáns fue creado en 1910 por orden del vicecónsul del Reino Unido en Carril, Reginald Cameron-Walker.

Y otra huella más dejó la continua presencia de la flota británica en Vilagarcía, además del cementerio y del os motes de los vilagarcianos. Una grande: el fútbol. No es verdad que esté probado que fuera en las tierras arousanas donde antes se jugara en España. Aquel bulo se sustentaba en base a una supuesta publicación aparecida en 1873 en El Eco Republicano. Falso.

El primer club, en 1908

Mucho más documentada está la teoría onubense. Allí, en 1889, se creó el Huelva Recreation Club, actual Recreativo de Huelva, años después de que los mineros ingleses comenzaran a disputar sus partidos en Riotinto y ante la evidente popularidad que comenzaba a tener el fútbol. El primer partido que se celebró en España fue el que enfrentó al Huelva Recreation Club y al Sevilla Football Club (germen del actual Sevilla), en un duelo que se celebró en 1890. En Vilagarcía, por su parte, aparece alguna referencia vaga de principios del siglo XX pero es en 1908 cuando se funda el primer club: el Villagarcía FC