La jubilación de los bumers desata una cascada de cierres en Vilagarcía
VILAGARCÍA DE AROUSA

En la ciudad hay más de 180 establecimientos cuyos propietarios superan los 62 años
26 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Los comercios «de toda la vida» suelen ser los que dan carácter a los pueblos y ciudades. Las grandes cadenas que muestran los mismos escaparates en Vilagarcía que en Buenos Aires generan un gran movimiento, eso es evidente, pero son los establecimientos pequeños, los que se han hecho un nombre a fuerza de años de trabajo y calidad, los que ayudan a construir y mantener la identidad de los lugares. Perder ese tipo de negocios es una tragedia que en Vilagarcía se ha disparado en los últimos meses. Un puñado de zapaterías que han calzado a generaciones de arousanos, una tintorería que ha limpiado la ropa de toda la ría, una cafetería que ha sido testigo de la historia reciente de la capital arousana, joyerías, corseterías... «Cerraron moitos negocios e máis que van pechar aínda, porque son negocios que abriu a xente da xeración baby-bum e agora tócalles a xubilación», señala Eduardo Abad Sabarís, presiente de UPTA. El problema, explica, no es que una generación que ha trabajado duro alcance, por fin, la merecida condición de pensionista. El problema es que muchos de sus negocios se ven abocados al cierre al no encontrar relevo.
«Estamos diante do que probablemente sexa o maior problema económico que ten que afrontar o noso país», señala UPTA. El caso de Vilagarcía es sintomático. En la capital arousana hay alrededor de 2000 autónomos censados, de los que un 30 %, es decir, unos 600, integran las filas de eso que se ha dado en llamar «pequeño comercio». De esa cifra, «máis de 180 está por riba dos 62 anos».
En ese contexto, señalan desde la organización de autónomos que preside el vilagarciano, urge poner en marcha medidas específicas que garanticen el relevo generacional a aquellos negocios que funcionan. En ese sentido, se plantea que los negocios cuyos titulares se encuentran en las últimas fases de su carrera puedan tener alumnado de FP de prácticas, facilitándoles los pagos a la Seguridad Social mediante una «tarifa plana invertida». También en este contexto, señala Sabarís, hay que encuadrar el debate sobre la inmigración: «Temos un problema coa natalidade, dende hai anos. Falta xente nova, man de obra. A xente que vén de fóra contribúe a aminorar ese problema».