«Hagamos ver al resto de España que aquí no todos somos narcos; son pocos los malvados»

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

VILANOVA DE AROUSA

MONICA IRAGO

Alcaldes y exalcaldes de toda Arousa rindieron homenaje en Vilagarcía a la lucha contra la droga

31 ene 2019 . Actualizado a las 22:12 h.

Una lección de la historia real de la ría de Arousa. De eso se habló ayer por la tarde en el salón de plenos de Vilagarcía. Ante una treintena de alcaldes, exalcaldes y concejales de los municipios de las comarcas de O Salnés, O Barbanza y Caldas, la corporación debatió y aprobó por unanimidad una moción con la que se pretendía reivindicar la lucha librada por la ciudadanía de todos estos lugares contra el contrabando de tabaco, primero, y contra el tráfico de drogas, después. Porque, por mucho predicamento que puedan tener algunas series de televisión, «la leyenda es una cosa y la realidad es otra», tal y como recordó el presidente de honor de la Fundación, Felipe Suárez, encargado de intervenir ante la larga lista de autoridades que llenaban el salón de plenos de Ravella.

«Estamos aquí todos juntos, unidos, cogidos de la mano, para hacer ver al resto de España que aquí no todos somos narcotraficantes. Al contrario, son muy pocos los malvados», dijo Suárez. La épica de algunas series, éxitos televisivos, parece apuntar otra cosa. «Da la impresión de que casi todo el mundo estaba implicado, de que el dinero negro era tan abundante, que cuando llovía salía flotando por las alcantarillas de las casas». Pero la historia, la de verdad, no fue así. Según recordó Felipe Suárez, «la lucha de los vecinos de Arousa fue un ejemplo para todos los españoles». De hecho fue aquí, en concreto en Vilagarcía, donde se celebró en 1993 la primera gran manifestación contra el tráfico de drogas. Las convocaron las asociaciones de padres, que lograron llenar las calles de la ciudad con más de 50.000 personas que no querían callarse ante lo que estaba ocurriendo. Un año después nacería la Plataforma Galega Contra o Narcotráfico, germen de la actual Fundación, una entidad única en toda España que consiguió impulsar cambios legislativos y que, tal y como se señaló en el pleno de ayer, logró dar a los narcotraficantes donde más les duele: en su patrimonio.

Suárez hizo un somero repaso por los grandes hitos de la lucha arousana contra el tráfico de drogas. Un relato en el que no podía faltar aquella primera edición de Panos Brancos, que encontró eco en el Parlamento de Galicia y en todas las iglesias, que hicieron tocar sus campanas contra la lacra del tráfico de estupefacientes. No podía faltar, tampoco, la reconquista del Pazo Baión, o del de Vista Real, para la sociedad -el alcalde de Vilagarcía incluyó en esa lista la mansión de Marcial Dorado recientemente adquirida por el Concello-. En fin, Suárez ofreció una visión condensada de la «historia real de la lucha de Arousa contra los narcotraficantes, a los que arrinconaron y les arrebataron sus mansiones». Una lucha que será inmortalizada con la construcción de un monolito en Ravella.

Durán y la polémica

La moción que recogía ese aplauso institucional a la sociedad civil y la instalación de ese monumento se debatió en Vilagarcía. Pero no es este el único lugar en el que se iba a abordar un texto similar: también en el pleno de Cambados estaba previsto hablar anoche de esta cuestión. La alcaldesa cambadesa, Fátima Abal, fue una de las que a primera hora de la tarde secundó la sesión vilagarciana. Ella era, sin pretenderlo, protagonista de la única polémica que amagó con oscurecer la unanimidad alcanzada por todos los grupos políticos, que al menos en este tema parecen haber logrado dejar a un lado sus siglas. Y es que el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, decidió no acudir a la sesión. Primero, porque entiende que el foro ideal era el pleno de la Mancomunidade do Salnés. Y, segundo, porque «yo no blanqueo a Fátima Abal», a la que el PP de Cambados pide explicaciones sobre la relación de su marido con personas relacionadas, supuestamente, con el contrabando.