
Los participantes lo tenían claro al concluir los dos trazados de senderismo: «Todo fue perfecto»
04 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.multivoz
Los hubo que se lo tomaron con calma y disfrutaron las rutas a la vez que meditaban y se empapaban del paisaje. Aunque también los hubo que decidieron tomárselo como una oportunidad para medir su capacidad física, que, en muchos casos, está a prueba de esfuerzos de mayor calado. En lo que sí coincidieron todos los participantes de las rutas de senderismo de Multivoz es en que Lousame es una caja de sorpresas naturales que parece no tener fin.
«Dá igual por onde foras, cerca dun río ou por un camiño con sombra ou sol. Nunca pensamos que Lousame tivera tanto que amosar e nunca oíramos falar destas cousas que forman parte da redonda e están tan cerca da casa», explicaba una señora que se sumó al trazado lúdico al completar el recorrido.
Con estas u otras palabras, el discurso generalizado de los participantes, una vez en la base del evento, instalada en el colegio de A Silva, tenía siempre la misma intención: destacar el potencial de un municipio discreto en el día a día pero con una naturaleza que cautiva a quienes deciden invertir unas horas en descubrirlo.
La ruta larga, que tenía una extensión de 20 kilómetros, no tardó en seducir a sus senderistas. El valor etnográfico de aldeas como Sueiro, Pascual o Guinde, la subida al monte Iroite, el riachuelo de Codorneiroso, u otras poblaciones como Abeixón, Carantoña y Marracín también contribuyeron a seguir creando devotos de este municipio en concreto y de Barbanza en general. El uso de caminos que llevaban tiempo en desuso, y que fueron puestos en valor con motivo de la segunda edición de Multivoz, ayudó también a que la gente acabase gratamente sorprendida con esta jornada de ocio y naturaleza.
Este reguero de sensaciones positivas no varía mucho de las vividas por los senderistas del trazado lúdico. En esta ruta, la historia industrial de este municipio brilló con luz propia. Si el año pasado se puso en valor todo lo relacionado con la mina de San Finx, en esta ocasión fue el turno de las antiguas papeleras.
Recorrer el interior de la factoría de Brandia, una de las cuatro que se visitaron, y descubrir la realidad de un pasado ya muy lejano, sirvió para que más de uno cambiase la percepción que tenía de Lousame. Lo que parece claro es que, un año más, y en ambas rutas por igual, Multivoz ha dejado contentos a todos los que decidieron sumarse a esta iniciativa basada en el medio ambiente, el ocio y la actividad deportiva, y siempre con el mejor ambiente.
Muchos senderistas demostraron estar en una gran forma física al acabar las rutas en poco tiempo
Las visitas a las antiguas papeleras fueron del agrado de todas las personas anotadas