Las urnas fueron duras con Manuel Ruiz Rivas, que perdió la mayoría absoluta el 25-M del 2015, cediendo nada menos que cuatro concejales y quedándose con 9 de los 21 que integran la corporación. Nadie dudó que tres de esas cuatro actas eran las logradas por Ciudadanos, que en su primera incursión en el mapa político ribeirense irrumpían con fuerza. Pero al entonces alcalde en funciones aún le quedaba otro mal trago, que fue la decisión de su número tres, Dolores Elorduy, de abandonar el grupo del PP y pasarse al de no adscritos.
A pesar de esos cinco apoyos que se dejó en la cuneta, Ruiz Rivas logró revalidar la alcaldía gracias al voto en blanco de Ciudadanos y a que las demás formaciones que integraban la corporación municipal se decantaban por cada uno de sus primeros de lista.
Desde entonces, la política municipal se desarrolló con pocos sobresaltos, pero con una oposición que hacía valer su mayoría para sacar adelante acuerdos como la designación de festivo para la Festa da Dorna.
El segundo movimiento se produjo hace unos días, cuando el concejal de IPdeR Manuel González decidía renunciar a su acta ante las dificultades para poder estar en las reuniones del grupo e incluso acudir a las sesiones plenaria. Su lugar será ocupado por Juan Reiriz.
El tercer cambio afecta a Ciudadanos, que se quedará con un solo representante.