¿Ribeira con be o con uve?

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla CRÓNICA

BARBANZA

18 abr 2018 . Actualizado a las 11:51 h.

En cuanto explotó la polémica me puse en contacto con un buen amigo. ¿Has visto la que se montó con el letrero de Xarás? Su respuesta me cautivó: «Cuestiones sobre el sexo de los ángeles que se discuten como si fuesen trascendentales». No podía estar más de acuerdo, ambos teníamos claro que el tremendismo lo invadiría todo. Fuera como fuese, el debate volvía a estar una vez más encima de la mesa. ¿Ribeira con be o con uve?

La batalla dialéctica que se montó en las redes sociales me reencontró con un gran maestro que conocí en Barcelona. En aquel entonces vivíamos en plena ebullición del proceso independentista, con la polémica acerca de la opresión del castellano sobre el catalán incendiando la opinión pública. Él, con sencillez, tumbaba cualquier discusión con una simple frase: «¿Español o catalán? Ambos son latines mal hablados». Quitaba hierro, además de argumentos, a dos bandos que creían estar en virtud de la razón absoluta.

En un duelo similar nos encontramos también en Ribeira. Habitando en medio de dos frentes, entre beístas y uveístas, nos vemos aquellos a los que, después de 34 años debatiendo sobre la misma cantinela, nos importa realmente poco si el Concello decide emular a Hollywood con un letrero en la entrada. Por desgracia, según algunos, nos hemos convertido en enemigos del gallego y en deturpadores del topónimo.

Es por ello que cuando me reencuentro con la discusión sobre la be y la uve (reaparece unas dos o tres veces por año) me imagino en la terraza de una cafetería charlando con Ortega y Gasset. «Míralos joven, ellos son las dos España», dice el filósofo mientras sonríe y se atusa un sombrero blanco.

Es ese debate eterno sobre las formas y no el fondo lo que ha debilitado a la izquierda desde la crisis económica. ¿Por qué no hablamos sobre cuál es el mejor camino para terminar con el déficit estructural que existe en este país? ¿Por qué el debate no incide en los retos que tiene que afrontar Ribeira para llegar con fuerza al 2030? ¿Por qué lo único que nos lleva a entrar en Facebook y conversar sobre lo que es o no es esta ciudad es si se escribe con be o con uve? ¿Por qué, como dice ese buen amigo, pasamos los días discutiendo sobre cuál es el sexo de los ángeles y no sobre cuáles son los problemas que tenemos que sacar adelante?

Por suerte, esta crisis existencial entre be y uve terminará en unos días, háganme caso, lo he visto en otras ocasiones. El 18 de mayo habremos dejado de darle importancia al famoso letrero de Xarás. A pocos les llamará la atención, y al resto le sacará una sonrisa. Lo que seguirá ahí, será lo trascendental, los verdaderos problemas que afronta Ribeira.