El Náutico de Portosín eterniza a Ramiro Carregal poniendo su nombre al pantalán principal

La relación de Ramiro Carregal con el mundo de la vela empezó hace muchos años, como él mismo recuerda en cada una de sus intervenciones públicas con motivo de la celebración de algunas de las regatas que promueve, o como hizo el domingo, con motivo del homenaje que el Real Club Náutico de Portosín le brindó para agradecerle su apoyo, imponiendo el nombre del empresario ribeirense al pantalán principal del puerto deportivo.

A la finalización de la regata en la que, en dos jornadas, se disputó el Gran Trofeo Faro de Corrubedo, las tripulaciones acudieron a la puerta de entrada del pantalán, donde una cortina cubría una placa con el nombre de Carregal, y otra tapaba una reproducción en piedra de la escultura que desde hace 19 años se disputan los veleros entre Portosín y Ribeira, o a la inversa.

Señor, con mayúsculas

El presidente de la entidad, Jorge Arán, tomó la palabra para glosar la figura de Ramiro Carregal: «Me cuesta mucho saber qué parte de este señor con mayúsculas estamos homenajeando, ya que es tan polifacético». Empezó por su vida empresarial, que le llevó por todo el mundo desarrollando un sinfín de proyectos, «pero sin perder la referencia esta tierra, pues permanece establecido en Ribeira»

A continuación se quedó con la faceta de mecenas, que es, al fin y al cabo, la que le une al Real Club Náutico de Portosín, del que es miembro de honor y al que apoya hasta el punto de colaborar en las actuaciones de ampliación y mejora recién efectuadas, gracias a las cuales se ha renovado el pantalán principal.

Ramiro Carregal recordó los orígenes de la relación con la entidad, que fueron también de la hermandad entre los náuticos de Portosín y de Ribeira, y declaró sentirse a gusto con los regatistas, que se esfuerzan por ganar sus trofeos. Lo hizo después de descubrir la placa y la escultura que eternizarán su figura.

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