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Además de carteras y móviles, los ladrones también sustraen carros de la compra
13 jul 2019 . Actualizado a las 17:57 h.Los amigos de lo ajeno quieren hacer su agosto a cuenta de los turistas que estos días comienzan a disfrutar de sus vacaciones en los municipios de la comarca, y que son visitantes habituales de playas, mercadillos, ferias y fiestas. Solo en la última semana se han producido en toda la comarca cerca de una treintena de robos en estos escenarios, muchos de ellos efectuados al descuido, y otros empleando la fuerza y entrando en vehículos que estaban estacionados en las inmediaciones de los arenales.
El municipio ribeirense en el que más ha notado la presencia de estos delincuentes, puesto que se han denunciado varias sustracciones en automóviles que estaban aparcados en las dunas de Corrubedo y en la playa de O Vilar. Precisamente, en esta última se produjeron cuatro robos con el mismo modus operandi: rompen una de las ventanillas traseras para poder abrir la puerta y acceder al interior del coche, donde se hacen con todo el efectivo que encuentran.
Una de las víctimas explicó que en su caso se llevaron todo el dinero que había en una cartera que tenían escondida en la guantera, donde también había un móvil que finalmente decidieron dejar. «No había nada a la vista y, en un primer momento, pensamos que no habían robado nada, porque el teléfono estaba en el asiento. Sin embargo, cuando fuimos a una gasolinera para aspirar los cristales rotos vimos que nos faltaba el dinero. Habían cogido el efectivo y dejado todas las tarjetas de crédito y la documentación», explicó este vecino de Valladolid. Reconoció que aparcaron en una pequeña explanada frente al acceso que da a la playa de O Vilar, y que quizás esa zona se encontraba un poco más apartada y era un blanco fácil para los ladrones.
Al descuido
Otro de los delitos que más se ha repetido en los últimos días tiene como protagonistas a los conocidos carteristas que aprovechan las aglomeraciones de gente para meter la mano en bolsos y mochilas y sustraer al descuido billeteras y teléfonos móviles. A esta práctica habitual que se repite normalmente en mercados, ferias y fiestas se añade una nueva modalidad de robo: el de los carritos de la compra.
Este mismo miércoles, diversas personas que acudieron al mercadillo pobrense regresaron de vacío a sus casas después de que los ladrones les hubieran sustraído la bolsa en la que habían guardado la totalidad de los artículos que fueron adquiriendo en los distintos puestos, y que en algunos casos tenían un coste que rondaban los 100 euros.
A Pobra no es el único lugar de la comarca en el que se ha practicado este nuevo tipo de robo, en el que los amigos de lo ajeno aprovechan que la víctima abandona por unos momentos el carro para revolver en un estand, y cuando van a buscarlo ya no está. También en el mercadillo ribeirense se han practicado varias de estas sustracciones y, según el jefe de la Policía Local, José Manuel Bretal, en algunos casos se ha dejado un carro vacío al lado para disimular, «pero se nota mucho la diferencia cuando está lleno, por lo que no se puede achacar a un despiste sino a un robo». Además, reconoció que muchas veces el valor de los artículos que hay en el interior de uno de estos bolsos de la compra «es mucho mayor al que los ladrones pueden encontrar en el interior de una cartera».
Tanto él como miembros de otras policías locales de la zona alertaron de que lo peor todavía está por llegar, porque desde el 15 de julio y hasta finales de septiembre es cuando se registra la llegada de más turistas, y también se producen más robos.