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Se trata de un trasvase, ya que los estudiantes católicos crecieron en secundaria en 453
31 oct 2019 . Actualizado a las 15:57 h.Frente a la creencia popular de que, si las iglesias cada vez están más vacías, esta pérdida de fieles debe afectar también a otros ámbitos, existe un claro indicador que permite aseverar que la religión católica todavía goza de buena salud en la comarca. Contradictoriamente, para hallar ese termómetro hay que acudir a unas instalaciones que, en su mayor parte, hace tiempo que retiraron los crucifijos de sus paredes. Sí, se trata de los centros educativos, cuyo alumnado de Religión (7.028) supera en más del doble al de sus materias alternativas (2.737). No obstante, en un lustro, los colegios se han dejado medio millar de estudiantes católicos (511) en un claro trasvase, pues son casi los mismos que han aumentado en secundaria (453).
En esta dinámica han influido varios factores que pueden distorsionar los datos. El primero se trata de los vaivenes del número de alumnos matriculados en cada curso, así como de los procedentes de otras nacionalidades en las que se profesen creencias diferentes, con especial hincapié en los países del Magreb y los asiáticos. El segundo se corresponde con la existencia de distintos centros concertados de titularidad religiosa que condicionan la oferta educativa en varios municipios, mientras que otros carecen de esta posibilidad.
El tercer gran factor se lee en clave nacional y está directamente relacionado con la extinta Ley Orgánica de Mejora de Calidad Educativa (Lomce), que durante varios cursos estableció que Religión puntuaría a efectos académicos, hasta que ese artículo fue derogado con la llegada de la socialista Isabel Celáa al Ministerio de Educación.
Con todo, no hay un solo municipio de la comarca en el que el número de alumnos que cursan Valores Éticos o Atención Educativa -también conocida como Alternativa de Estudios Religiosos- supere al de Religión. Una dinámica que también ha permanecido inmutable a lo largo del último lustro.
Futuro incierto
La gran incógnita por resolver se encuentra ahora en si la pérdida de alumnos de Religión registrada en primaria acabará desplazándose a la ESO con el paso de los cursos o si tan solo se trata de una serie de altibajos.
Y es que la práctica totalidad de equipos directivos consultados coinciden en el análisis, pero no se atreven con el pronóstico.
Cerca de 40 jóvenes cursan la opción evangélica entre todos los centros de la comarca
Otro de los indicadores que se ha mantenido más o menos estable en relación con los estudiantes de Religión se corresponde con el número de alumnos que cursan la opción evangélica. En los últimos datos recogidos, son un total de 40 jóvenes los que optaron por esta vía, concretamente 28 en primaria y 12 en la ESO.
Sin embargo, en un lustro, la materia de Religión Evangélica también ha vivido una pequeña caída, ya que en su momento más álgido (el curso 2014/2015) eran 53 sus estudiantes. Las variaciones por cada año también permiten observar otro claro trasvase de primaria a secundaria.
Por otra parte, es necesario destacar que en los municipios de Ribeira, Rianxo y Noia llegó a impartirse -solo en secundaria- la asignatura de Historia de las Religiones, que desapareció en el curso 2016/2017. Entre los tres concellos llegaron a sumar medio centenar de jóvenes matriculados en una asignatura que aportaba una visión global.
Atrapados en una película de Berlanga (Sálvora-Opinión)
Profesar una determinada religión u otra se trata de una libertad recogida en la Constitución de este -en teoría aconfesional- Estado que, sin duda, debemos defender a ultranza. No obstante, la sociedad española está sobradamente preparada para apagar esta suerte de película de Berlanga en la educación pública, donde se ningunea a asignaturas como Filosofía -si es que se ha tenido oportunidad de llegar al bachiller- y todavía se prima a Religión -que ni siquiera a Historia de las Religiones-.