El turismo nacional salva el verano al sector hotelero de Barbanza

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

David Costas

Los establecimientos están prácticamente al completo hasta finales de agosto

04 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

No es el verano que esperaban los propietarios de establecimientos hoteleros de Barbanza, pero, al menos, la mayoría afirma tener cubiertas la práctica totalidad de las plazas, como mínimo, hasta la última semana de agosto. En lo que todos coinciden es en que el turismo nacional está salvando la temporada, porque, a diferencia de ejercicios anteriores a la irrupción del coronavirus, prácticamente no tienen clientes extranjeros.

En el hostal Carolinas de Ribeira, Eugenia Pérez comenta que analizan la situación semana a semana: «Agora rozamos case o completo». Precisa que todos los alojados son españoles y detalla que «hai moitos galegos, principalmente de Ourense e Lugo. Outros anos tíñamos máis xente de Madrid ou León». El tiempo de estancia medio es de unos cinco días, aunque explica que «temos algúns de dúas semanas, pero son unha minoría». Sobre el nivel de ocupación en julio, lo califica de bastante malo: «Esperabamos cubrir todas as habitacións a última semana, pero non foi así».

Por su parte, José Norat, propietario del Norat Palmeira Playa, comenta que los clientes se dividen a partes iguales entre los procedentes de otros puntos del territorio español y los que vienen del resto de Galicia. Indica que ahora todas las plazas están ocupadas y que el porcentaje en la última semana de agosto es sensiblemente inferior, situándolo en un 66 %.

Tanto a la incidencia del coronavirus como al mal tiempo atribuye Juan Sieira, de Los Trillizos de Boiro, la baja ocupación de turistas que tiene este verano: «Teño moitas prazas cubertas, pero por xente que está no municipio por motivos laborais».

Pensando en septiembre

Con unos índices de ocupación peores de lo esperado despidieron el mes de julio en el hotel Jopi de Boiro, que ha comenzado agosto bastante mejor. Así lo manifiesta uno de los encargados de recepción, Samuel López, al comentar que «rozamos el completo. La última semana es la que está más floja».

Mirando hacia el futuro, el profesional adelanta que tiene buenas perspectivas para septiembre «porque coge vacaciones mucha gente que trabaja en verano». Si la evolución del covid es favorable, López cree que los niveles de ocupación pueden ser elevados.

En cuando a la incidencia que está teniendo este verano en el que las jornadas de calor escasean, precisa que afecta principalmente «a la gente que acostumbra a reservar con un par de días de antelación». Quienes no se dejan influir por las nubes ni la lluvia tienen estancias que superan las seis noches.

También está lleno el hotel gastronómico Vila do Son que regenta Javier Molinos. Indica que «el 100 % es turismo nacional, cuando otros años sí teníamos clientes extranjeros». Otro cambio que resalta es que «estamos trabajando mucho con personas procedentes de Andalucía, tanto a nivel de restaurante como de alojamiento».

Aunque el arranque de agosto es favorable, Javier Molinos se mantiene alerta, dice que «cualquier cosa que suceda influye y puede provocar cancelaciones». Destaca que eso fue lo que ocurrió en julio, cuando la expansión de casos en toda España motivó que hubiera cancelaciones. Pese a todo, el empresario afirma que no le fue tan mal y que logró mantener un 70 % de ocupación.

Buenas son las perspectivas del Hotel Noia, a cuyo frente está Carlos Tomé. La radiografía de quienes pernoctan en el establecimiento sigue la misma pauta que en otras localidades: «Turismo nacional».

Personas residentes en el centro de España o en el norte son los visitantes mayoritarios este verano en Barbanza.

 

«La subida de Muros al nivel de restricción máxima provocó varias cancelaciones»

La gerente del establecimiento La Muradana, Maruxa Senande, está satisfecha de como está evolucionando el verano a nivel de ocupación en su establecimiento. Todo ello pese a que la incidencia de la quinta ola del coronavirus le está pasando factura: «La subida de Muros al nivel de restricción máxima provocó varias cancelaciones». Lo curioso, comenta la responsable, es que quienes han decidido anular su estancia atribuyéndolo a las limitaciones para el acceso a locales «tenían habitaciones a partir de la segunda quincena de agosto».

Por el contrario, precisa que «ahora estamos a tope». Senande espera que «esta situación de restricciones dure poco y que la evolución del covid mejore». También muestra su confianza en que aparezcan nuevas reservas para cubrir los huecos que han quedado libres. Ya en el mes de julio, cuando los contagios empezaron a extenderse, tuvo anulaciones que luego se compensaron.

Tendencia

El covid ha favorecido que los españoles con ganas de olvidar períodos de confinamiento se decidan por el turismo nacional o de proximidad. Habrá que ver si esa tendencia se mantiene en el futuro. No cabe duda de que ahora existe un importante recelo por parte de muchas personas a desplazarse a otro país. El covid continúa presente y, aunque existe un elevado volumen de población vacunada, nadie se siente seguro. Es una buena ocasión para descubrir lo que está más próximo.