Omar Montes y las mates

Emilio Sanmamed
Emilio Sanmamed LIJA Y TERCIOPELO

BARBANZA

Miguel Oses | EFE

No creo que se deba contraponer la música, ni siquiera la de Omar Montes, a las matemáticas

29 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Ayer, casualidades de internet, YouTube me obligó a ver un trozo de entrevista a Omar Montes. El chico decía grosso modo que no acababa de entender para qué se estudian mates en el cole, que quizá era mejor que lo estudiaran a él, que su música podía salvar más vidas que las raíces cuadradas.

No creo que se deba contraponer la música, ni siquiera la de Omar Montes, a las matemáticas. No somos hormigas, no tenemos que especializarnos, podemos ser poliédricos: no hay que escoger música o matemáticas, lo bonito es poder aprender música y matemáticas.

La base del argumento de Omar es que nunca ha necesitado volver a hacer una raíz cuadrada en la vida y que, sin embargo, era pobre y ahora es rico. Porque él, y mucha gente, creen que ser rico es tener dinero. ¿Para qué Pitágoras? Y es verdad, hasta cierto punto, que todos hemos estudiado algo y hemos pensado «jamás volveré a ver esto», pero con las mates se omite una consideración interesante: el hecho de que aprender a resolver cuestiones matemáticas establece nuevos circuitos neuronales, circuitos destinados a descifrar problemas en pensamientos abstractos.

Por tanto, no se trata de qué aprendes, no se trata de las ecuaciones integrales, sino de los métodos, herramientas y tácticas que tu cerebro tiene que desarrollar para solucionarlas. No volverás a ver esos problemas, pero sí otros, y quizá las habilidades que has adquirido resolviéndolos te serán útiles. Hay varios estudios de la relación entre las matemáticas y la neuroplasticidad. Sobre el impacto de Omar en el cerebro no he leído ninguno, aún.