Jéssica Posse: «Cada ano valoraba a retirada, pero que ía facer eu sen o balonmán?»

Antón Lestón Lago
Antón Lestón CARBALLO / LA VOZ

BARBANZA

basilio bello

La ya exjugadora comenzó a competir en el Xiria hace 23 años, fue una de las promotoras del equipo femenino y actualmente es responsable de operaciones

03 jul 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchas cosas han cambiado desde los primeros años de este milenio, pero una imagen se mantiene constante: la de Jéssica Posse (Valencia, 1989) trabajando por y para el Xiria de balonmano. Primero como jugadora y luego, además, como empleada del club. Este 2023 se retiró de la pista tras 23 años de trayectoria. Criada en Carballo ya desde muy pequeña, dio sus primeros pasos deportivos en el kung-fu, en el que llegó a completar todos los cinturones que había a su alcance hasta los 12 años. Lo practicaba en el gimnasio Di Som, cerrado hace ya unos años, con el entrenador Acacio. No obstante, pronto le empezó a tirar el balonmano, al que jugaba en el colegio junto a sus amigas. «En categoría infantil, Juan Ramón, quen meteu neste deporte a medio Carballo, propúxonos unirnos ao equipo para participar nun campionato», recuerda.

Enganchada por hacer deporte en compañía de sus amigas, y no sola como en el kung-fu, aquella afición pronto se convirtió en algo más. Su mejoría hizo que fuese destacando en las categorías a las que subía, pero llegó un momento en el que no pudo escalar más en el Xiria, por la ausencia de un equipo sénior femenino. Fue entonces, cuando aprovechó que estudiaba ADE en A Coruña, para jugar allí durante dos temporadas y otra en el Conservas Boya de Camariñas. Entonces, a finales del 2012, se comprometió a poner fin a ese éxodo obligado de las carballesas. «Juana Garrochena púxose en contacto con nós e animounos, e comezamos a movernos para crear o Xiria feminino». Pusieron en marcha entonces diversas campañas, como la recordada de «un euro, un soño». «Petamos en moitas portas de comercios buscando axuda e ao final conseguimos sacalo. Eses primeiros momentos son algúns dos meus mellores recordos no balonmán. Era como cando un neno aprende a camiñar, porque moitas non xogaran na vida, pero había tanta ilusión que pouco importaba», cuenta.

En el 2014 empezaron a competir y en el 2016 tuvo que parar durante toda una temporada tras romperse el cruzado en el primer partido de liga, contra O Porriño: «Tan pronto apoiei, notei que algo non estaba ben». Pero después de todo lo peleado, nada la cohibió de disfrutar de su pasión con sus compañeras y trabajó duro para volver lo mejor posible. Lo logró rozando la treintena y, aunque, cada año lo valoraba, no lo dejó hasta el pasado mes de mayo: «Xa tiña unha idade e isto implica moitas horas. Ademais, tamén quería deixar sitio as máis pequenas que soben dende a canteira. Pero ao valoralo cada ano, sempre me preguntaba: que vou facer eu sen balonmán?», reconoce. La histórica campaña del Xiria femenino, con el primer título de la primera gallega de su historia y acogiendo la fase de ascenso a Honor Plata, terminó de convencerla: «Quería marchar contenta e non ía atopar un momento mellor».

Trabajadora del club

A Jessica sus padres le regañaban de pequeña por entrenar tanto. «Estuda, que non vas vivir do balonmán», le decían. «En broma sempre llo recordo», dice Posse, ahora que vive del balonmano. Es responsable de operaciones en las Escolas Balonmán Xiria, en donde hay un total de cuatro asalariados en jornada completa. Una apuesta que explica mejor el crecimiento del club en los últimos años. «Contamos cunhas 270 licencias, das que máis de cen son de nenas», señala orgullosa. «É un deporte que en Carballo sempre tivo moito tirón, porque é algo que nos inculcan dende pequenos», resalta.

Ese cariño por esta disciplina se percibe, sobre todo, en el Vila de Noia, al que cada fin de semana acuden cientos de personas a ver a los y a las verdes: «Ao final o masculino contaba xa con moita tradición, pero no feminino fomos enganchando á xente e este ano foi unha barbaridade o apoio que tivemos. Tamén, hai que dicir que é máis normal cando tiras tanto da xente da casa, porque a maior parte dos nosos equipos están formados coa canteira», dice, advirtiendo que hay muchas familias «con varios xogadores e xogadoras en distintas categorías». Pocos ejemplos mejores van a tener las jóvenes promesas que el del conjunto sénior femenino, invicto este curso desde el 4 de septiembre al 19 de febrero y campeón: «A idea e de continuidade de todo o proxecto», afirma Jéssica Posse.