Miguel Montero, bombero del GES de Muros, viaja a Libia para prestar ayuda en la catástrofe provocada por el huracán Daniel

Christopher Rodríguez
Christopher Rodríguez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

IAE

El gallego se desplaza al país asiático formando parte de la comitiva de la oenegé Intervención Ayuda y Emergencias

16 sep 2023 . Actualizado a las 23:43 h.

La catástrofe provocada por el huracán mediterráneo Daniel en Libia ha movilizado a toda la comunidad internacional. El país ha solicitado ayuda urgente para atender una emergencia en la que los muertos ya superan los 5.000, aunque es previsible que con el paso de las horas la cifra vaya aumentando debido al elevado número de heridos y desaparecidos. Hasta el lugar se encuentra viajando en estos momentos Miguel Montero, bombero del GES de Muros, que también se desplazó a Turquía en el mes de febrero debido al gran terremoto que devastó su frontera con Siria.

El gallego forma parte en esta misión de rescate de la comitiva de la oenegé Intervención Ayuda y Emergencias (IAE), entidad con un amplio bagaje en ese tipo de operativos a nivel internacional. La asociación fue movilizada para el trabajo de localización de víctimas en aquellas edificaciones que han sido destruidas por el paso del agua como consecuencia de la rotura de dos presas.

Imagen de Miguel Montero en un entrenamiento con uno de los perros de IAE.
Imagen de Miguel Montero en un entrenamiento con uno de los perros de IAE. CESAR QUIAN

En base a este objetivo, la oenegé desplaza hasta el país a un equipo compuesto por tres perros y doce voluntarios, entre los que se encuentra Miguel Montero. La comitiva embarcó esta tarde en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid con cerca de 800 kilogramos de material de rescate y de localización electrónica, además de herramientas para trabajar en el medio acuático para poder intervenir en zonas inundadas.

Miguel Montero y sus compañeros viajan con el objetivo de poder rescatar personas vivas aunque, tal y como reconocieron, existe una «gran dificultad y hay escasas posibilidades, ya que el tiempo va siempre en contra de la supervivencia».