Marisa Lojo, una despedida al ritmo de música de gaitas y el «Libre» de Nino Bravo

Ramón Ares Noal
X. NOAL RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

La boirense puso la guinda en el restaurante Chicolino a más de cincuenta años de trabajo en la conservera Jealsa

05 nov 2024 . Actualizado a las 10:30 h.

«Libre, como el sol cuando amanece...» cantaron al unísono, rodeando a Marisa Lojo, sus compañeros en la cena de despedida que compartieron en el restaurante Chicolino de Boiro con la que ponía la guinda a más de cincuenta años de trabajo en la conservera Jealsa, en la que vivió su adolescencia, su juventud, su madurez... y en la que ha dejado huella tanto profesional como familiar, la primera, como se puso de evidencia en las numerosas demostraciones de cariño que ha recibido desde su reciente jubilación, y la segunda, en los dos hijos que están empleados en la empresa, uno de los cuales estaba presente, mientras el segundo, se encontraba de viaje de trabajo.

Marisa Lojo entró a su homenaje al ritmo musical de los gaiteiros Si é que Veñen, con cuyos temas, tanto ella como sus compañeras, no dudaron en echarse unos bailes tradicionales, y se despidió con la popular canción de Nino Bravo, una oda a la libertad de la que podrá disfrutar una vez que ha puesto la guinda a su extensa labor en la firma que creó Jesús Alonso, en la que empezó limpiando pescado y acabó como responsable de almacén.

En la despedida se mezcló diversión, emoción y reconocimiento, este último en modo de bonitos regalos que le entregaron sus compañeros —un bolso y un collar— y las muestras de cariño y gratitud; a las que ella respondió con modestia diciendo que no sabía si era merecedora de un homenaje con tantos asistentes, pero agradeció el esfuerzo para organizar un acto tan emotivo.

Discurso

«Cando empecei a traballar en Jealsa apenas tiña 14 anos. Saín da escola cos estudios básicos. Empecei no peixe, no mexillón... ata que cheguei ao almacén, onde descarguei carros e fixen outras duras tarefas, porque a vida non foi fácil», recordó Marisa en su discurso, y explicó que siempre supo adaptarse a los tiempos y que se sintió apreciada por la familia propietaria a lo largo de toda su trayectoria

La ya ex trabajadora se mostró comprensiva con que Jealsa hoy no sea como era antes «ahora é moi grande, é unha multinacional. Non quere dicir que hoxe sexa mellor ou peor, pero é distinta. Creceu moito e os xefes non poden estar pendentes de unha soa persoa. Estou moi orgullosa da empresa na que estamos, porque doume traballo a min e aos meus fillos», detalló.

También rememoró los cambios a los que tuvo que ir adaptándose en el almacén, departamento que estuvo siempre en constante progresión para adaptarse a la capacidad der producción que no ha parado de crecer con Marisa Lojo de testigo.

A la cita no solo acudieron compañeras y compañeros activos en Jealsa, sino también personal que ya se encuentra disfrutando de su jubilación y que compartieron muchos momentos con Marisa Lojo, con los que acostumbraba a tener exquisitos detalles, porque además de buena trabajadora y compañera, es una gran cocinera.