Emergencias en las playas, se disparan los ataques de medusa y los cortes graves: «La concha me rajó el pie como si fuera un cuchillo, me tuvieron que poner siete puntos»

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

En la playa de Os Raposiños de A Pobra se produjeron varios cortes que precisaron puntos de sutura
En la playa de Os Raposiños de A Pobra se produjeron varios cortes que precisaron puntos de sutura

La subida de la temperatura del agua favorece la llegada de pelágicos, a lo que se une una mayor presencia de conchas en los arenales de las rías

08 jul 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La temporada de playas ha desembarcado por todo lo alto en la comarca y a las grandes temperaturas que se llevan registrando en las últimas semanas y que han provocado más de un golpe de calor, hay que añadir además un buen número de emergencias que han tenido ocupados a socorristas y personal sanitario. Por un lado, se ha detectado un incremento en los ataques de medusas a bañistas en los arenales que desembocan en las rías y muchos lo achacan a que la temperatura del mar ha subido varios grados, lo que ha provocado la llegada de estos animales pelágicos cuya picadura produce una reacción urticaria que hay que tratar con agua fría y antiinflamatorios.

Las conocidas como fanecas bravas también se han dejado notar en estos primeros días de julio y se han registrado episodios con estos animales en arenales como los de Cabío-A Lombiña en A Pobra, Coroso en Ribeira o San Francisco de Muros. En este caso, hay que rociar las mordeduras con agua caliente —de ahí que antiguamente se recomendaba orinar encima—. Desde el servicio de Urxencias del hospital de Barbanza señalan que todos los años tienen que atender varias emergencias de este tipo, y apuntan a que es muy importante tratarlas cuanto antes. «Lo normal es que los bañistas acudan al puesto de socorrismo o a un PAC, puesto que cuando llegan aquí ya suele haber pasado mucho tiempo y es algo muy doloroso», explica Azucena Prieto, responsable de este departamento del centro comarcal.

Otro problema que también está ocasionando muchos percances es la presencia de un mayor número de conchas en las playas lo que se traduce en cortes en pies y dedos, muchos de ellos bastante profundos, lo que ha derivado en que los bañistas hayan tenido que acudir a los centros de salud o PAC a coser las heridas. La playa de Os Raposiños en A Pobra se ha convertido en un punto negro, sobre todo con la marea baja, al igual que la de Os Areos en este mismo municipio, Coroso en Ribeira, o Barraña en Boiro.

Algunos cortes necesitaron puntos de sutura.
Algunos cortes necesitaron puntos de sutura.

En este último concello los servicios de socorrismo explican que cada día suelen atender una media de cuatro o cinco personas que presentan cortes en pies y dedos, y aunque los desinfectan y colocan puntos de aproximación, varios de ellos eran tan grandes y profundos que ha tenido que acudir a coserlos al ambulatorio. Restos de almejas, navajas o longueirones se convierten en los principales causantes, al igual que algún que otro cristal que aparece enterrado en medio de la arena. «La concha me rajó el pie como si fuera un cuchillo, me tuvieron que poner siete puntos», explica un bañista que se cortó en A Pobra.

 Infecciones

Otro de los episodios que más se repiten tienen relación con pequeños trozos de conchas, púas o piedras que se meten a través de las heridas y quedan dentro de los pies. En ocasiones se infectan, por lo que es necesario recibir asistencia sanitaria.

«Normalmente acaban saliendo solos, pero a veces hay que tratarlos con antibióticos. Recuerdo una vez que extrajimos una espina de palmera que era tan grande como la tapa de un boli BIC», apunta una enfermera del PAC de A Pobra.

Importante tener al día la cartilla de vacunaciones del tétanos

Aunque gran parte de la población está vacunada frente al tétanos, en el caso de que no se tengan registros actualizados, el paciente que haya sufrido un corte —o también en el caso de quemaduras— tiene que recibir la pauta correspondiente para no contraer esta enfermedad grave del sistema nervioso que está causada por una bacteria productora de toxinas. Normalmente la población mayor de 60 años es la que suele tener que inmunizarse.