Una delegación formada por 63 barbanzanos recorrió los principales atractivos de la Ciudad de la Luz durante una semana
22 nov 2025 . Actualizado a las 19:31 h.Ocho días muy buen aprovechados fueron los que dedicaron 63 barbanzanos que viajaron a la Ciudad de la Luz con ganas de descubrir sus secretos, de los que pocos quedan para ellos después de las intensas jornadas en las que gastaron suelas y energías. Son un grupo de personas que, convocadas por el sacerdote Marcelino Sánchez, empezaron hace unos años a hacer excursiones y cada vez van a más. Es tal el éxito que para el próximo desplazamiento ya hay sesenta reservas, a pesar de que todavía no se sabe ni cuando ni a donde será.
Los barbanzanos viajeros se desplazaron a la capital de la república francesa vía Oporto y procedentes de distintas localidades de Barbanza. Desde Rianxo hasta Ribeira, pasando por Boiro y A Pobra, pero son predominio de feligreses de las parroquias que administra el cura: San Isidoro de Posmarcos, Santiago de Lampón, Santa Columba de Rianxo, Santa María de Asados y Santa María de Leiro.
Ya en Francia, se desplazaron primero a Loira para visitar sus famosos castillos, accediendo a los de Chambord, Amboise, que fue la última residencia de Leonardo da Vinci; y Chenonceau. No dejaron de perderse la catedral de Chartres.
Otra parada fue en el monte Saint-Michelle cuyo pueblo está construido sobre una pequeña isla rocosa del estuario del río Couesnon, en Normandía, alrededor de la abadía. Aprovechando la proximidad de la turística Rouen, conocida como la ciudad de las cien campanas, hicieron un recorrido por sus interesantes callejuelas y sus iglesias góticas, una de las cuales es donde se venera a santa Juana de Arco, no en vano fue en esta ciudad donde fue quemada en 1431.
Parece increíble que las fuerzas no decayeran con tanta visita puesto que los viajeros tuvieron tiempo para acudir a San Martín de Tours, donde también pasearon por la ciudad y acudieron a la majestuosa basílica.
Aún les quedaba pore delante nada más y nada menos que la ciudad de París y sus numerosos atractivos, ninguno de los más importantes se quedó sin ser visitado por los barbanzanos, desde los Campos Eliseos, la Torre Eiffel, la catedral de Notre Dame, el museo del Louvre, el Barrio Latino, el Sagrado Corazón... pero también las Galerías Lafayette Haussmann o el distrito financiero, que dejaron para el último día.
Claro que no hay nada como un crucero por el río Sena para relajarse y regresar felices de un completo viaje y pensando ya en el siguiente, que quizás sea Egipto, a donde habían fijado destino hace dos años, pero se frustró por la guerra.